quarta-feira, 18 de maio de 2016

Un repóquer sería lo más de lo más

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El Sevilla busca su tercer título continental seguido ante un rival del historial del Liverpool. Se cruzan los campeones de hoy con los de ayer.

El sueño se hace eterno para este Sevilla, tanto que ha dejado de ser un estado onírico para convertirse en la más feliz de las realidades. El cuadro de José Castro, Unai Emery y Monchi, sitúenlo por el orden que cada uno prefiera, pelea esta noche por su tercer título de la Liga Europa consecutivo, sí el sinónimo de seguido, y lo hace, además, con el aditamento de medirse a un grande como el Liverpool. Se enfrentan, por tanto, en el coqueto St. Jakob Park de la ciudad suiza, el campeón más actual, bicampeón para ser más exactos, con un club que llegó a conquistar en el pasado cinco Copas de Europa y tres Uefas. Es el hoy contra el ayer y el objetivo de todos los sevillistas será que se siga manteniendo la misma situación cuando el sueco Jonas Eriksson dé por concluido el encuentro. 

Eso supondría el quinto título nervionense, el tercero en tres años, pero no será nada fácil. No es un tópico, el nivel de ambos equipos es bastante parejo y tanto Unai Emery como Jürgen Klopp se han encargado de pregonar a los cuatro vientos que todo está al 50 por ciento para cada uno de los litigantes. Siempre es así en una final, por mucho que algunos quieran menospreciar a los equipos conforme les va interesando, pero esta vez lo es aún más. 

El potencial de Sevilla y Liverpool es bastante similar. Los blancos han concluido la Liga en la séptima posición mientras que los reds han sido octavos en la Premier League. Sí existe una pequeña diferencia a la hora del análisis de estos datos subjetivos, pues mientras la escuadra de Emery se puede decir que ha tirado el último tramo del campeonato liguero para pelear de lleno por alcanzar la final de la Liga Europa, el Liverpool ha estado luchando hasta el final por conseguir meterse en la competición europea, algo que no ha conseguido a pesar de su pelea. Es sólo un matiz, pero que tiene una trascendencia a la hora de las valoraciones. 

Sin embargo, la competición que han desarrollado los dos equipos en esta Liga Europa invita a darle méritos al potencial de ambos. El Sevilla fue capaz de sacar su carácter competitivo cuando lo necesitó y dejó en la cuneta a dos rivales del potencial del Athletic y del Shakhtar Donetsk, dos escuadras que estaban muy ilusionadas con este torneo. El Liverpool, mientras, mostró también un gen ganador en los cruces con Manchester United, su eterno rival, el Borussia Dortmund, contra el que protagonizó una espectacular remontada en Anfield, y Villarreal, al que noqueó también al calor de los suyos.

Se trata, pues, de dos equipos bastante parejos, que le meten mucha intensidad a su fútbol y que pelean cada balón. Desde la llegada de Klopp al banquillo inglés, el fútbol es bastante parecido al desarrollado por Emery en el Sevilla, con laterales que atacan para convertirse en extremos y asociaciones por el centro en busca permanente de los desmarques de los delanteros. En este sentido, tal vez la principal diferencia pueda estar en la debilidad atrás de este Liverpool debido a la ausencia por la sanción por dopaje del central francés Sakho, un titular indiscutible. Por ahí, por la velocidad de Gameiro, puede tener una cierta ventaja el fútbol de los sevillistas, pero seguro que los ingleses también pueden pensar lo mismo en beneficio propio. 


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De cualquier forma, el Sevilla va a depender muchísimo del rendimiento que pueda ofrecer ese triángulo de centrocampistas que pone en liza Emery en los partidos de verdad, cuando se cuecen las habas. Si Krychowiak, el más defensivo, N'Zonzi, el enlace, y Banega, el constructor, rinden al nivel que lo hicieron en la ida contra Athletic y en la vuelta frente al Shakhtar Donetsk, los blancos tendrán mucho terreno ganado en el campo de fútbol para volver a acercarse a un nuevo título europeo. Son tres piezas indispensables en un entramado que sólo ofrece un par de dudas apriorísticas. Una sería saber quién es el central que acompaña a Rami, si Carriço o Kolodziejczak, con más opciones para la veteranía del portugués; la otra tiene más que ver con el estilo de juego y es el puesto que se disputan Coke, como interior derecho, y Konoplyanka, para que fuera Vitolo quien atacara a Alberto Moreno. El resto deben ser David Soria, Mariano, Rami, Escudero, Krychowiak, N'Zonzi, Banega, Vitolo y Gameiro, por supuesto el francés en la punta del ataque.


Un aspecto que podría tener su trascendencia será el apoyo del público desde la grada. Será emocionante, por ejemplo, oír cómo cantan las dos aficiones antes de comenzar a rodar el balón, pues tanto el Liverpool como el Sevilla presumen, con razón, de crear las mejores coreografías por parte de sus aficionados. El You'll never walk alone y el himno del Arrebato le darán un toque mágico en un estadio que se apresta a ello por su acústica, pero la realidad es que habrá más hinchas ingleses en los graderíos en una proporción mínima de tres a uno. Se esperan unos 6.000 sevillistas y los ingleses, después de la reventa de entradas y las compras a los neutrales, podrían acercarse a los 20.000 en la grada.


Está claro que al final los aficionados no juegan, que todo se debe dilucidar en el campo y ya se vio hace dos años contra el Benfica que fue así, pero será un inconveniente añadido para los blancos. Aunque todo dependerá de Gameiro y compañía para que el Sevilla alcazara un repóquer que sería lo más de lo más. Y contra el Liverpool, que se dice pronto también.

El partido de las mayores motivaciones

Emery enfatiza su mentalización ante la pujanza de Klopp y la mística del Liverpool "Tenemos que sentir el aliento de los sevillistas que están y de los que no están, esta copa es como la segunda pareja de cada uno", dice


Unai Emery debe tener muy presente que Jürgen Klopp es tan motivador como él. O más. "Y es más alto y quizás más guapo que yo, pero nos saludamos chocando nuestros puños y yo le di a él más fuerte que él a mí...", dijo entre risas en su comparecencia oficial. Su declaración de intenciones está ahí. La dejó clara en la sala de prensa del Saint Jakob Park. El calor que allí hacía presagiaba la febril batalla de hoy. Entre periodistas rusos, brasileños, japoneses e ingleses o españoles, por supuesto, las palabras más repetidas fueron intensidad, motivación, ritmo. Frenesí. 

¿Y Unai ve que se han rebajado unos grados en el vestuario ante una final que es una final más? No lo ve así. "Cada vez que el fútbol te una oportunidad tienes que ir a por ella. El fútbol es presente. Y hay que vivirlo a tope con todos los sevillistas. Sólo pienso en ser campeones otra vez, en eso pienso. Es una empresa de muchísima dificultad por el halo que envuelve al Liverpool. Es un reto grandísimo ser capaces de volver a ganarla. Vamos a por ella desde el respeto al rival y desde la ilusión de todos los sevillistas". 

Su trabajo psicológico es constante. No cesa. Se le cuestiona sobre el menor número de aficionados de su equipo hoy en Saint Jakob Park. Y ahí va su mensaje: "Tenemos que sentir el aliento de los nuestros detrás, y lo vamos a sentir, y también el de los que no han venido, los vamos a recordar constantemente, no nos coindiciona que haya mayoría del Liverpool. Sentimos cómo llegan a amar esta copa los sevillistas, es la segunda pareja, la segunda novia de todos los sevillistas". 

Su semblante adopta un tono grave cuando toca hablar del glamuroso rival: "Está entre los diez mejores clubes del mundo, sólo con citarlo es puro fútbol, pura historia, 18 ligas, cinco Copas de Europa, tres Copas de la UEFA... El actual tiene un toque muy marcado por Klopp, intensidad, presión alta, pero también con buenos futbolistas. Ese cambio se refleja en Alberto Moreno. De la Liga, se puede parecer al Athletic por su presión e intensidad". 

Salió a escena el nombre de Konoplyanka, pero Emery volvió a llevarse el discurso a su terreno, al espíritu grupal: "Kono es un jugador importante dentro del contexto del equipo, su aportación sea de inicio o después la esperamos en su mejor versión. Pero claves deben ser todos. Que todos den su mejor versión en cuanto a actitud, lo que equivale a dejar la última gota de sudor con la última gota de sangre". 

Asegura que no ha tenido que realizar un trabajo extra para la mentalización, tanto que se habla del hambre del Liverpool: "Si algo queremos marcar en el Sevilla es el querer crecer, la oportunidad de hacer más historia, inscribir los nombres en un Sevilla para toda la vida... No hace falta tocar más fibras, están todas activadas. Los chicos están motivados cien por cien". 

La eliminatoria la ve de lo más incierta, muy equilibrada. "Está al cincuenta por ciento, ellos por su historia y por cómo están ahora, han eliminado a equipos importantes, pero nosotros somos los campeones y tenemos argumentos para defenderla. La capacidad que tenga uno de contrarrestar las cualidades del otro será clave". 

En este sentido, será decisivo también imponer la pausa para cambiar el paso a los futbolistas ingleses, templar los ánimos de un equipo que saldrá a todo tren: "El Liverpool propondrá un partido de ritmo alto, pero tenemos que imponernos en el control de ese ritmo. Tenemos que saber que va a ser un partido largo, de mucha intensidad en todos los sentidos. Cuando nos invitan al baile, bailamos, pero cuando tenemos que reposar, reposamos". 


Finalmente, trató la inquieutd por esos aficionados ingleses que se pueden infiltrar en la zona de los sevillistas: "Mi tarea es analizar al Liverpool, pero bueno, hay que apelar a la buena armonía. Esto es un juego y los aficionados lo que deben hacer es disfrutar. Ya tenemos la historia para recordar que no podemos soltar las iras".

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