AVANCE. Un gol de Ricardo Costa a la salida de un córner culminó la remontada del Granada, que comenzó perdiendo 0-2. El triunfo es vital para los andaluces, que salen del descenso a falta de dos jornadas para el final del campeonato.
Dos goles de Viera pusieron el estadio de Los Cármenes al borde de un ataque de nervios, pero el Granada se levantó. El equipo de José González igualó en diez minutos con tantos de Rochina y El Arabi. En la segunda parte, en el minuto 70, el gol de Ricardo Costa certificó la victoria que tanto necesitaba el Granada. Hay que salvarse como sea.
La remontada no es palabra que aparezca en el diccionario rojiblanco. La historia reciente así lo apunta, pero los rojiblancos fueron a escribirla cuando el 0-2 que los canarios regalaron en su salida fulgurante. Una victoria que vale más que tres puntos por la forma en que se produjo, que alimenta la esperanza, frente a Las Palmas, un equipo admirable por su plantilla doméstica que sumar a una filosofía de juego que no traicionó en Los Cármenes.
Todo consecuente con un arranque de partido que hacía impredecible por dónde torcería un marcador incierto y trepidante. Más parecía en los primeros compases que fuese el Granada el que lleva la hora atrasada. No se habían acomodado los rojiblancos sobre el césped cuando los canarios clavaron el primer gol. Fue en el minuto tres, con una salida a la contra. Viera recibió en la frontal del área y sin pensarlo envió el esférico a la escuadra, imposible para Andrés.
Estaba el Granada tratando de posicionarse en el campo y el fútbol cadencioso de los canarios volvió a encontrar ruta provechosa hasta el área de Andrés. Tan solo ocho minutos después del primer gol, el pase alto de Roque Mesa encontró otra vez la confluencia con Viera, que enganchó en acrobacia para cruzar el balón adonde el portero local no podía llegar.
Un 02 presagiaba el destino más negro para los locales, pero al rescate vino Rochina, que dos minutos después tomó un balón cercano al área visitante, regateó con precisión y tan pronto vio meta enganchó un disparo cruzado y raso que superó a Lizoain. El gol resucitó al equipo y así, en el minuto 22, un toque suave de Doucouré al saque de un córner habilitó a El Arabi para cabecear desde el punto de penalti el gol de la igualada.
A los rojiblancos les habían bastado diez minutos para volver al punto de partida. Y eso, a pesar de que los canarios seguían encontrando 'amigos' en sus aproximaciones al área. En la jugada anterior al empate, Viera se quedó solo ante Andrés, que se lució en el rechace, pero Biraghi devolvió el balón a los visitantes con gentileza y esta vez el delantero estrelló en el travesaño. O cuando Doucouré entregó a Araujo, que se fue en vertical y sin oposición frente a Andrés, aunque cruzó en exceso.
El partido estaba abierto y aunque Viera seguía ejerciendo su magisterio, el Granada había equilibrado la posesión, pero con dificultades para volcarlo hacia el área de Lizoain, pese a la importancia de los puntos en juego. Con una defensa local que tiene una querencia extraña a vivir en el sobresalto, Andrés evitó la sentencia de Araujo, pero enfrente más claro lo tuvo El Arabi, que estrelló en la base del poste un centro de Cuenca.
Entonces apareció Costa, que entró con decisión al saque de un córner y cabeceó el 32. Era el minuto 72 y Jose, que ya había retirado a Peñaranda, inoperante, metió aRico por Rochina, más apagado en la segunda parte, para tratar de temporizar el juego y ya no hubo más: el Granada sigue al borde del precipicio pero evitó despeñarse, cuando el 0-2 con que empezó el partido presagiaba lo peor.
Estadísticas
Posesión del balón
Remates a puerta
Corners
Intervención del portero
Balones perdidos
Balones recuperados
Faltas cometidas
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