La Eurocopa afronta los cuartos con estrellas como CR, Bale, Griezmann, Kroos y Hazard. El cartel tiene tres campeonas (Italia, Alemania y Francia), dos clásicas (Bélgica y Portugal), una resucitada (Polonia) y dos cenicientas (Islandia y Gales)
Ya reducida a ocho aspirantes, la intriga de la Eurocopa pasa por un duelo entre tres campeones, Alemania, Francia e Italia, dos subcampeones, Bélgica yPortugal, y tres cenicientas, Polonia, Gales e Islandia. Tan incierto ha sido el torneo que, salvo que alemanes y belgas se citen en París el día 10, habrá una final inédita. Ambos, con victoria germana, se retaron en el último partido de la edición de 1980, en Italia, donde Europa asistió boquiabierta al despegue de un futbolista total, potente, elegante: Bernd Schuster.
Hoy, como en los tiempos de aquel Bernardo que jugaba con frac y como casi toda la vida, Alemania, campeona mundial, vuelve a ser la gran favorita. Pero, de momento, deberá tener todas las alertas encendidas ante Italia, cuyo eco es de los pocos que atemorizan a los alemanes. Italia, tan pilla, hace tiempo que desmintió a Lineker —“el fútbol es un juego entre dos en el que siempre gana Alemania”—. En los ocho partidos en que se han enfrentado en Mundiales y Eurocopas la cosecha italiana fue de cuatro victorias y cuatro empates. En Burdeos, el próximo sábado, se anuncia un duelo tremendo entre dos conjuntos que dejaron enorme rastro en octavos, la arrolladora Alemania contra Eslovaquia y la mosquetera y bien cosida Italia que se ventiló a España.
Al margen de los de Löw y Conte, el otro gran candidato al título es Francia, que lleva un paso bacheado, sin más gancho que los resultados y el rescate de Griezmann. Al anfitrión, el calendario mágico le ha agraciado con tener más días de permiso que nadie para octavos y cuartos. Eliminó a Irlanda el día 26 y hasta el domingo 3 no tendrá que medirse a Islandia, a la que se le ha puesto cara de Leicester. Ha llegado a la Luna y quiere más. De alguna forma, se ha convertido en la selección más popular. Para un país con la población de Córdoba (320.000 habitantes) es algo más que un milagro. Islandia es Old Trafford, un teatro de los sueños.
Bélgica apunta alto con esta notable generación que abandera Hazard, cuya actuación ante Hungría ha sido, hasta la fecha, la cumbre individual del torneo
La resurrección de Polonia resulta evocadora. Remite a aquella fresca y celebrada selección que fue tercera en los Mundiales de 1974 y 1982. Primero con los inolvidables Lato, Gadocha, Deyna... Más tarde, con Boniek al frente.
En Francia, Adam Nawalka, excompañero de Boniek, todo un personaje, ha forjado un equipo muy sólido. Tan impermeable que solo ha encajado un gol en cuatro partidos, y tuvo que ser el, por ahora, gol del torneo: una chilena espectacular del suizo Shaqiri. La Polonia del voraz Lewandowski, seco de momento, vive de su resistencia. Un aviso para CR y los suyos, rivales este jueves en Marsella (Telecinco, 21.00).
Para el viernes, una cita entre otras dos estrellas, Bale y Hazard. El primero ha liderado como se esperaba a la sorprendente Gales, por encima de Inglaterra y las dos Irlandas. Los galeses, como los islandeses, ya tienen motivos suficientes para fardar. Bélgica, su adversario, apunta más alto con esta notable generación que abandera Hazard, cuya actuación ante Hungría ha sido, hasta la fecha, la cumbre individual del torneo.
De una Eurocopa con tres claros opositores al trono que deberán pujar entre sí, franceses, alemanes e italianos, y cinco que buscan el hechizo bomba, quién sabe si no saldrá una Checoslovaquia de 1976, una Dinamarca de 1992 o una Grecia de 2004. Muchos atractivos. Hay vida sin España.
elpais.es
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