FÚTBOL La guerra en el fútbol español
Villar vs Cardenal, y una guerra desde hace 12 años
Un día impide la efeméride redonda. Doce años menos un día, del 29 de enero de 2003 al 28 de enero de 2015. Doce años menos un día, con dos protagonistas fijos en la escena, en los extremos: Ángel María Villar, 'eterno' presidente de la Federación de fútbol, y Javier Tebas, hoy presidente de la Liga de Fútbol profesional, vicepresidente en los tiempos en los que se originó la disputa.
El 29 de enero de 2003, Ángel María Villar destituía, "por pérdida de confianza", a su secretario general, Gerardo González, que se convertía meses después en candidato opositor a Villar. En paralelo, el propio Tebas, avalista de Gerardo González, lideraba judicialmente la acusación particular contra Villar por "uso irregular de fondos". División en el fútbol, que llegó quebrado a las elecciones de 2004, donde Villar respiró apenas por 20 votos, 98 apoyos frente a los 78 de Gerardo González. No hubo armisticio, y la pugna se extiende hasta hoy, con Villar y Tebas en trincheras enfrentadas, como antaño, y con nuevos aliados.
También amenaza a Cardenal
Miguel Cardenal, hoy secretario de Estado para el Deporte, fue un personaje del gusto de Villar. De hecho, formó parte del Comité de Competición de la Federación. Despues, ya desde la presidencia del Consejo Superior de Deportes (CSD), Cardenal llegó a alabar a Villar y a la Federación por su renuncia a la subvención estatal, en tiempos de escasez para el deporte federado. Pero esa sintonía se rompió cuando el CSD pactó con Javier Tebas el control económico de los clubes (pagos a Hacienda, presupuestos condicionados...). Eso convirtió a Cardenal en adversario de Villar, que ahora le amenaza con la misma contundencia que antes aplicó al socialista Jaime Lissavetzky.
En 2008, el CSD presionó para que la Federación de fútbol adelantase sus elecciones, como marcaba la normativa para los deportes no clasificados para los Juegos. Villar denunció a la FIFA la 'injerencia' del Gobierno y Joseph Blatter acudió de inmediato a la defensa de Villar, su vicepresidente en la FIFA. Blatter advirtió de que "la FIFA tiene más poder que la ONU" y recordó su competencia para expulsar a cualquier país -eran fechas previas a la Eurocopa- si el CSD persistía en su "intervencionismo". Por eso, finalmente, las elecciones se celebraron cuando Villar había previsto. Ya campeón de la Eurocopa, en noviembre fue coronado por la Asamblea de la Federación: 144 votos a favor, tres nulos y 18 en blanco. En 2012, aun fue mayor su respaldo: 161 votos a favor, cinco en blanco y uno nulo.
Villar: 28 años en el cargo
Villar tiene garantizados 28 años en el cargo, desde su ascenso a la presidencia el 29 de julio de 1988 hasta 2016. Y ya ha anticipado su deseo de concurrir a la reelección. Si triunfase, como parece previsible, permanecería en el cargo más de tres décadas, como prueba de un poder institucional pleno. Villar vive replegado, pero no está solo. Y desde su fortín desafía al Gobierno, que acusa a la Federación de eludir el control y de impedir que se cierre la auditoria de las cuentas de 2013. Sobre eso, la Federación no dice nada. De hecho, exhibe la renuncia a la subvención general los tres últimos años como motivos para eludir el control. De hecho, hasta parece dispuesta a prescindir del 1% de la quinielas para restar legitimidad a los intentos del Estado por husmear en sus cuentas. La Federación no se defiende, ataca. Pide que la UEFA y la FIFA aparten a Cardenal de allá donde tenga un cargo. Pero como Cardenal ha recordado: "lo tienen fácil", porque no ocupa ninguno. La denuncia grave de la Federación es esa otra en la que habla, de nuevo, de injerencia política en el fútbol español, pues las consecuencias serían traumáticas.
Villar sabe que tiene el apoyo pleno de Blatter, más aún con la FIFA en proceso electoral. Un ordago de Villar con el fútbol como 'rehén', pues es contra la selección y contra los clubes contra quienes podrían actuar la FIFA y la UEFA. Al tiempo, Villar se ofrece como líder de un frente federativo del deporte español contra Cardenal, una iniciativa en la que cuenta con Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, como cómplice. Porque Blanco, desde el desencanto de la candidatura olímpica de Madrid, rompió con Cardenal -o viceversa-. Por cierto, Blanco, enemistado -y viceversa- con José Luis Sáez, presidente del baloncesto, ajeno a esta batalla, que el día después de la eliminación de España en el Mundial contó con Cardenal como invitado y soporte en la rueda de prensa prevista para rendir cuentas. Hace años que en el deporte hay una fractura abierta y grupos enfrentados reconocibles. La explosión de Villar es el acto definitivo, tan virulento, que ha dejado a varios implicados sin respiración.
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