Es la hora de la verdad para los 16 equipos que siguen en carrera para cumplir el deseo supremo de tener la Copa Libertadores en sus vitrinas. Llegó el momento de demostrar la jerarquía que llevan a cuestas la gran mayoría de ellos, o también para ratificar el excelente juego mostrado en fase de grupos, o simplemente para mantenerse con la suerte que los puso en esta ronda de octavos de final.
Desafortunadamente para nuestro país, de los 3 cupos alcanzados desde el 2015 para este torneo, sólo el club Atlético Nacional de Medellín sigue haciendo uso del suyo, con una participación en fase de grupos casi perfecta, mostrando un juego efectivo, colectivo y agradable a la retina del espectador suramericano, donde muchos, inclusive, lo perfilan como uno de los favoritos para quedarse con el trofeo continental. Santa Fe, el equipo de la capital del país se quedó a mitad de camino con la sensación de que la historia pudo haber sido diferente y haber merecido más, perdiendo su último chance de ingresar al selecto grupo de octavos de final al caer derrotado con un equipo inferior en fútbol y nivel como lo fue Cerro Porteño de Paraguay. La historia con el Deportivo Cali definitivamente merece un análisis aparte, puesto que la Copa jamás fue la prioridad para jugadores, cuerpo técnico ni para los directivos, mostrando una imagen que no concuerda con la historia e importancia del club de la capital del Valle.
Para el onceno paisa, la presentación del día martes fue aceptable, desde el punto de vista resultadista, entendiendo que por la lógica del fútbol, aquella que a veces no existe, debería cerrar sin problemas esta llave con un triunfo ante su público en Medellín frente a un Huracán que definitivamente sigue debiéndole en espectáculo al prestigioso torneo. Atlético Nacional fue claro dominador del partido, sin embargo un tanto más de ambición y buena suerte faltaron en el Parque Patricios de Buenos Aires.
En la noche del miércoles los dos equipos que completan la llave de cuartos de final y que enfrentarían al ganador de la serie entre paisas y bonaerenses se encontraron en la ciudad de Porto Alegre. Gremio y Rosario Central de Argentina midieron fuerzas para buscar acercarse a la fase siguiente. Desconocido lució el equipo brasilero, errático en su fútbol, en su propuesta y en su definición, mientras que Rosario Central, un equipo con oficio, sacrificio y pasajes de buen fútbol (De ese tan escaso por estos días en el torneo argentino), lo paseó en su propia cancha. El resultado de un gol de diferencia no concuerda con lo visto en el terreno de juego, donde perfectamente los Canallas pudieron llevarse un botín mayor. Tanto fue así que el local salió silbado por sus torcedores, quienes curiosamente, acompañaron a medias en las tribunas a su equipo en esta jornada copera.
Así las cosas, esperamos con la poca lógica que deja el fútbol que el club colombiano siga avanzando camino al gran objetivo de traer de nuevo para Colombia el trofeo continental y que Rosario Central no tenga problemas en quitar del camino a un disminuido y deslucido Gremio, para verse las caras en cuartos de final del torneo que sin duda es uno de los más emocionantes, disputados y difíciles del planeta. Comienza la verdadera y apasionante Copa Libertadores. A disfrutar cada sorbo de ella.
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