Derrotó por 2-1 a Cerro Porteño, en Asunción, y quedó frente a una gran chance de definir la serie, el jueves próximo, en la Bombonera; Tevez, Lodeiro y Orion fueron determinantes
PARAGUAY.- Todo lo que Boca no pudo conseguir este año en el torneo local fue encontrándolo lentamente en la Copa Libertadores. El plano internacional lo mantiene enfocado, motiva sus mejores actuaciones, enciende a un equipo que neutraliza las dificultades ante las ausencias de piezas clave y hasta las de última hora. Se siente más seguro. Y la muestra de ello es lo que sucedió anoche en esta ciudad, donde dio un gran paso ganándole a Cerro Porteño 2-1 para intentar meterse entre los ocho clubes postulantes al título.
En un estadio que siempre compone un marco filoso, el Defensores del Chaco, Boca se movió con autoridad. Le falta un 9 de área, es verdad, pero ganó con un gol de clásico centro delantero; en eso se convirtió Tevez, que con un anticipo perfecto conectó un cabezazo a la red que destruyó todas las conjeturas. La jerarquía del ex Juventus volvió a elevarlo como un jugador determinante, por el gol, por lo generado y por el efecto que causa en los rivales. Y otra vez apareció la puntualidad de Nicolás Lodeiro para sellar la victoria. El uruguayo parece haber recuperado la memoria futbolística y le está dando al equipo herramientas para tener más peso ofensivo.
Sufrió en el último tramo del primer tiempo y en el inicio del segundo, pero tuvo seguridad ante un rival confuso, que intentó empujarlo con centros. Y en las manos de Agustín Orion desactivó el mayor peligro con el penal inexplicable que cobró Francisco Chacón (fue un leve contacto de Cata Díaz sobre Cecilio Domínguez). Leal sacó un potente disparo que desvió el arquero. Después lo inquietó algo más con otro penal en el que sí acertó Chacón, que Cecilio Domínguez resolvió de manera exquisita picando el balón.
Desde la llegada de Guillermo Barros Schelotto, Boca se erige con más firmeza cuanto mayor es el desafío que debe afrontar en el certamen continental. El equipo del Mellizo ya había respondido con buenas actuaciones y personalidad en dos momentos determinantes: en la altura de La Paz, frente a Bolívar (1-1), y en la victoria ante Racing, en el Cilindro (1-0).
Y anoche mostró nuevamente ese fuste a partir de la decisión de ir por la victoria desde el comienzo del encuentro.
Había llegado a Asunción con buenas sensaciones: la recuperación de Daniel Díaz, la goleada ante Deportivo Cali (6-2) que lo dejó primero en el grupo, el empate en el torneo local con River con diez jugadores durante 80 minutos (0-0) y el invicto copero. Se apoyó en esa base, corriéndose del trastorno que le ocasionaron las lesiones de Andrés Cubas y Fernando Gago, el hombre que actuaba como la primera pieza del engranaje xeneize. También se sobrepuso a las bajas a último momento de Leonardo Jara y Andrés Chávez.
Festejaron los jugadores en la cancha, celebró Guillermo con Gustavo al lado de la línea y gritaron los más de 2000 hinchas de Boca que se ubicaron en el sector Preferencial A del estadio. Regresará con otro aire a Buenos Aires con el vuelo chárter que lo sacará de Asunción. Es que cumplió con su misión y ahora sabe que podrá descansar, se podrá recuperar y preparará con otra cabeza para el juego que definirá la serie, el jueves próximo en la Bombonera. Toda la atención está depositada en la Libertadores, en la que encuentra su mejor versión, la que obsesiona a sus hinchas, la que quiere conquistar por séptima vez en su historia.
Las claves por las que Boca ganó en Asunción
La actitud
Boca viajó a Paraguay para dejar muy encaminada la serie y buscó el triunfo desde el primer minuto. Con esa mentalidad anuló a Cerro Porteño. Se adelantó con el gol de cabeza de Carlos Tevez y certificó la victoria con una gran definición de Nicolás Lodeiro.
Otra vez, Orion
El arquero dio de nuevo el presente en un momento clave. A los 11 minutos de la segunda etapa evitó el 1 a 1 al contener un penal (por una falta inexistente) de Leal. Fue el octavo remate desde los 11 metros que atajó el Nº 1 desde que llegó a Boca, hace casi cinco años.
Al final, jugó Pérez
Dada una inesperada lesión de Chávez, Pablo Pérez fue de la partida. El volante, muy cuestionado por su pronta expulsión en el superclásico, jugó en un buen nivel. Pero además controló su temperamento y terminó el partido sin ser amonestado. Otro titular sorpresivo fue Erbes, por un cuadro gripal de Jara.
Otra vez Pavón
Como frente a River el último domingo, el Nº 7 fue de lo más destacado de Boca. No sólo mostró sus cualidades en el ataque, sino que también colaboró en el plano defensivo, corriendo a rivales y recuperando la pelota cerca de la línea de fondo propia.
Nenhum comentário:
Postar um comentário