domingo, 5 de junho de 2016

Copa América en blanco: Casemiro estrena galones



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MANUEL VERGARA


El centrocampista del Real Madrid jugó los 90 minutos con Brasil en el debut de la 'canarinha' en la Copa América, en el empate a cero de ésta frente a Ecuador.


Primera titularidad para Casemiro en una gran cita. Las bajas de jugadores como Luiz Gustavo y sobre todo su enorme temporada en el Real Madrid le han abierto las puertas del equipo titular de Dunga, en el debut de Brasil en la Copa América Centenario. Lacanarinha se medía a Ecuador en el partido que cerraba la primera jornada del Grupo B, en el que Perú ya había vencido por 1-0 a Haití, y miraba con expectación lo que sucedía en el Estadio Rose Bowl.
Casemiro fue titular en el empate de cero de Brasil frente a Ecuador en en el debut de ambas selecciones en la Copa América
El mediocentro blanco junto a Renato Augusto le daban equilibrio a una Brasil que comenzó a gran nivel, con un buen juego y desplegando una buena cantidad de ocasiones, sin que sin embargo ninguna de ellas terminase por fructificar. En la segunda mitad, en cambio, fue la 'Tri' la que llevó el rumbo del encuentro, generando varias oportunidades que incluso terminaron en gol, aunque el colegiado anuló el tanto que se introdujo Allison tras un centro de Bolaños, que el trencilla entendió había salido por línea de fondo pero que la repetición demostró que no fue así, lo que desató el lío.
Las críticas volvían a arreciar, y tras una primera parte que había servido para despejarlas, las dudas volvían a cernirse sobre Brasil. Lo intentó no obstante el combinado de Dunga hasta el final, pero ni los ingresados Moura, Lima o Gabriel Barbosa pudieron darle el triunfo. El centrocampista del PSG tuvo la ocasión más clara cerca del minuto 90, pero su cabezazo se marchó desviado cuando ya muchos cantaban gol. No volverá a jugar Casemiro hasta el próximo 9 de junio (01:30 hora española), y será frente a Haití en el Camping World Stadium de Orlando.

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El adiós de una leyenda


391 partidos, 33.031 minutos de juego, 21 goles, 102 asistencias y 23 títulos en 8 temporadas. Dani Alves pone fin a su etapa en el FC Barcelona después de ganarlo absolutamente todo a nivel de clubes en estos 8 años. Sin duda, el lateral diestro brasileño es historia viva del barcelonismo.


En la jornada de ayer se confirmó lo que era un secreto a voces: Dani Alves pone fin a su etapa como azulgrana tras ocho intensos años. El brasileño siempre formará parte de la etapa más exitosa en la historia del club, un equipo que alcanzó la gloria de la mano de Pep Guardiola para posteriormente volver a hacerlo con Luis Enrique. Su marcha supone un duro revés para los intereses del club puesto que se trata de uno de los mejores laterales derechos del panorama europeo, cuyo vacío será difícil de llenar tanto en el aspecto táctico como en el emocional. Dani Alves es un tipo capaz de crecerse ante la adversidad e ir siempre de cara con la afición, con sus compañeros e incluso con la directiva. El gran damnificado de esta situación es Leo Messi, que pierde a su mejor socio dentro del terreno de juego, una sociedad sin la cual no podrían explicarse estos últimos años plagados de éxitos.

Leo Messi y Dani Alves, una sociedad ilimitada

Dani Alves aterrizó en Barcelona un 6 de junio de 2008 procedente del Sevilla. Y lo hacía por una cantidad cercana a los 35 millones de euros en lo que sería el traspaso más caro en toda la historia del club hispalense. Pep Guardiola, nombrado técnico del primer equipo tras su etapa en el filial, se hacía con uno de los laterales derechos del momento, un jugador más que capacitado para marcar una época. Y así fue.
La secretaría técnica peinó el mercado en busca de un lateral derecho que se ciñera a las exigencias del de Santpedor: un jugador veloz, con mucha proyección ofensiva y con gran posicionamiento defensivo. Pese a no ser un jugador sobresaliente en el aspecto defensivo, su inteligencia táctica le permitía estar siempre bien situado para impedir el avance del rival. La llegada de Dani Alves ilusionó, y mucho. Un jugador que había enamorado a media Europa con el Sevilla llegaba a tierras catalanas para formar parte del proyecto revolucionario de Pep Guardiola, que decidió prescindir de jugadores importantes hasta entonces como Ronaldinho, Deco o Eto’o, aunque este último se quedaría una temporada más a sus órdenes. 
En el carril diestro se juntó con Xavi, director de orquestra del mejor Barça, y con Leo Messi, la piedra angular del proyecto de Pep Guardiola. No obstante, el astro argentino sería desplazado al centro para jugar en la demarcación de falso 9 en uno de los movimientos más relevantes que se recuerdan. Pep Guardiola, ante el gran marcaje sobre el argentino en el clásico del 2-6, decidió situarlo entre los dos mediocentros y los dos centrales para jugar con total libertad entre líneas. A causa de este cambio táctico, los azulgranas golearon al Real Madrid en su feudo.
Abandonar la banda para generar desde el centro, estar siempre en el epicentro de la jugada, ser el hombre decisivo tanto en la definición como en la construcción. Pep siempre apostó por extremos muy abiertos y desequilibrantes que tendieran a ir hacia dentro para tener superioridad numérica por el centro. Fue entonces cuando los laterales adquirieron responsabilidad con mucha presencia y dando amplitud y equilibrio. El gran despliegue físico del brasileño le permitió convertir su banda en una autopista. La rápida y precisa circulación del balón permitió a Messi encontrar fácilmente al ex del Sevilla y viceversa. Y es que la etapa de Dani Alves como azulgrana no podría explicarse sin la figura del 10.
Dani Alves, el socio perfecto de Leo Messi
Juntos formaron una sociedad que ha dotado al club de infinidad de títulos en los últimos 8 años. Los Xavi o Iniesta, situados en la sala de máquinas, supieron cómo conectar con Messi, pero en el caso de Dani Alves fue algo recíproco. Se buscaban y se encontraban casi sin mirarse. Sabían qué iba a hacer el otro antes que ellos mismos, una conexión que trascendía más allá de lo puramente futbolístico. El proceso madurativo de Leo Messi provocó que el brasileño brillara con más intensidad si cabe. El clímax, sin duda, llegó la temporada pasada: Leo Messi abandonó el centro para regresar la banda en beneficio del colectivo. Luis Suárez, en su intento desesperado por amoldarse a la posición de extremo, volvió a la que hasta ahora había sido su posición natural. El argentino regresó a sus inicios, pero en una versión mucho más completa, más rica tácticamente. Los cambios en la vida personal de Leo Messi desencadenaron en una madurez futbolística sin igual. Entendió que para ser el mejor bastaba con jugar en beneficio del grupo y no en el individual. Es ahí donde aparece el brasileño aparece en escena. La capacidad para iniciar la construcción de Leo Messi inclinó el juego hacia el costado derecho. La tendencia del argentino de ir hacia dentro obligó a Alves a abarcar más campo, llegando incluso a ser un extremo en muchos tramos del encuentro. Una alternativa sólida cuando las exigencias del encuentro no permitían crear por dentro.El comodín perfecto para un Leo Messi con la misión de construir en fase ofensiva.

8 temporadas, 391 partidos, 21 goles, 102 asistencias y 23 títulos

El brasileño, como venimos comentando, ha sido una figura fundamental en la consecución de títulos en estos últimos años. Sus 8 temporadas con la elástica azulgrana lo convierten en uno de los fichajes más rentables de la historia. Bien es cierto que en la etapa de Tito Vilanova y la de Tata Martino su rendimiento sufrió un drástico bajón, llegando incluso a ser uno de los señalados de la temporada en blanco vivida con el técnico rosarino, pero, tras dos años en el pozo, resurgió cual ave fénix con Luis Enrique, llegando incluso a tener más importancia que con Pep Guardiola. Un tipo capaz de motivarse a sí mismo año tras año. Y, pese a haberlo ganado absolutamente todo a nivel de clubes, su hambre por seguir ganando no tiene fin.
El brasileño pone el broche a su etapa en Barcelona con 7 de los últimos 9 títulos posibles. Lo que incrementa el número total a 23: 6 Ligas, 4 Copas del Rey, 3 UEFA Champions League, 4 Supercopas de España, 3 Supercopas de Europa y 3 Mundial de Clubes. Con 391 partidos a sus espaldas, Dani Alves es ya el jugador extranjero con más encuentros disputados con la camiseta del FC Barcelona, algo que pone en liza su importancia dentro del club. El brasileño, en todo este tiempo, ha registrado 33.031 minutos de juego, 21 goles y 102 asistencias, 43 de las cuáles han sido a Leo Messi. Las estadísticas demuestran la teoría antes formulada: Dani Alves siempre será el mejor socio de Leo Messi.  

Un doloroso adiós

Dani Alves pone rumbo a Italia en busca de nuevos retos profesionales. Varias fuentes apuntan que el brasileño ya habría comunicado al club a principio de temporada sus intenciones de marcharse una vez esta terminara, algo con lo que la afición no contaba de cara al próximo curso. Una noticia que ha dejado helados a todos los simpatizantes de los colores azulgranas puesto que el brasileño nunca defraudó sobre el terreno de juego ni fuera de él. El lateral pone fin a una etapa de su carrera en la que alcanzó la gloria a nivel individual y colectivo, ante una afición que vibró con sus actuaciones y que, de buen seguro, recordarán con un sentimiento especial su paso por la entidad culé. Allá donde vaya, Dani Alves siempre será historia viva del barcelonismo.


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