El Atlético de Madrid cuenta con el equipo titular con menor edad media de todas las plantillas que constituyen la Liga BBVA.
El pasado domingo 6 de marzo, el Atlético se enfrentó al Valencia en Mestalla. Simeone eligió, debido a las bajas, un 11 titular algo inusual. Godín se cayó de la convocatoria en el último momento y, por lo tanto, Lucas Hernández tuvo que ocupar su lugar, pues Savic sigue sin estar disponible. En la delantera, el técnico argentino optó por Vietto como compañero del ya habitual Griezmann.
En definitiva, el equipo que saltó de inicio al césped de Mestalla estuvo formado por Oblak en la portería; Lucas, Giménez, Filipe y Juanfran en la línea defensiva; Koke, Gabi, Saúl y Kranevitter en el centro del campo; y Griezmann y Vietto guiando al equipo hacia el gol en la delantera.
Estos 11 jugadores, según informó Víctor Molina Pozo en la red social Twitter, constituyeron en 11 inicial más joven de todos los equipos de la Liga, durante toda la presente temporada. La edad media de los titulares de esa noche fue de 24'5 años. Lucas con 20 años, Giménez y Saúl con 21, Kranevitter y Vietto con 22, Oblak con 23 y Koke y Griezmann con 24, son los jugadores que conformaban la parte más joven de la plantilla. Filipe con 30, Juanfran con 31 y Gabi con 32, fueron los de mayor edad.
Una plantilla indudablemente joven, incluso a simple vista. El Atlético de hoy es un equipo que se caracteriza mucho por la juventud de sus jugadores, pero también por tirar en gran medida de su cantera. Dentro de esta, varios jugadores han llegado al primer equipo y, a día de hoy, se han hecho con un puesto como titulares. Entre ellos se puede ver a Gabi, Koke y Saúl. También Fernando Torres, quien siempre ha sido una referencia para la cantera, aunque con menos minutos que los anteriores.
Será cosa del apellido, pero Óliver Torres (21 años), asimismo, salió del grupo de los canteranos y, poco a poco, está ganando cada vez más participación en el equipo. Al igual que Lucas Hernández. El francés cuenta con pocos minutos, pero ya es uno más de la plantilla de Simeone. De hecho, los dos Torres abandonaron el banquillo en el partido disputado en Mestalla para saltar al terreno de juego. De la misma forma lo hizo Carrasco, quien, con 22 años, pertenece al grupo de jugadores más jóvenes del club. No queda fuera de esto tampoco Correa con 21 años recién cumplidos, aunque un poco menos habitual en el equipo.
De los 20 a los 34
Desde Lucas Hernández, con 20 años, hasta Tiago Mendes, con 34, los jugadores más habituales que conforman la lista del equipo de Simeone oscilan entre esas dos edades de 14 años de diferencia. La mayoría de ellos están más próximos a la edad del canterano. Es esto lo que hace que el Atlético cuente con una de las plantillas más jóvenes de la competición liguera y que haya registrado el 11 inicial de menor edad media de toda la temporada. Un Atlético joven que se muestra muy prometedor para el futuro.
Ya es oficial: habrá un nuevo Camp Nou en 2021
La espera ha merecido la pena. Después de tantos años, el Camp Nou se reforma, se renueva y se innova. Sí: el Camp Nou será reformado entre 2016 y 2021 por el japonés Nikken Sekkei y su grupo de trabajo después de que el club azulgrana los haya seleccionado para iniciar este cambio. Este cambio le costará a los catalanes unos 400 millones de euros, cifra astronómica que dejará el coliseo culé como uno -si no el mejor- de los mejores estadios del viejo continente,aumentando su capacidad actual de espectadores (99.354) hasta los 105.000 (ningun estadio de europa supera la barrera de los 100.000). El jurado del Espai Barça se ha decantado por esta propuesta de entre las cuatro que había sobre la mesa, siendo esta "la más atractiva", según el presidente del Club, Josep Maria Bartomeu.
La oficina japonesa está asociada con el estudio de los catalanes Joan Pascual y Ramon Ausió. Asimismo, la decisión ha sido unánime a la hora de seleccionar el proyecto, por parte de un jurado que estaba formado por cinco miembros del club (además de Bartomeu, los miembros del jurado eran los directivos Susana Monje, Jordi Moix y Emili Rousaud, y el arquitecto Juan Pablo Mitjans), tres del colegio de arquitectos (Lluís Comeron y los arquitectos Arcadi Pla y Joan Forgas) y uno del ayuntamiento de Barcelona (la gerente adjunta de urbanismo del ayuntamiento, Aurora López). Los otros tres participantes para remodelar el estadio eran HKS, COX & Batell i Roig, BIG y IDOM y BAAS Arquitectes y POPULOUS + Mias Arquitectes + RCR Arquitectes.
Para el jurado, la propuesta oriental ha sido seleccionada por ser "abierta, elegante, serena, intemporal, mediterránea y democrática". Este jurado, además, también escogió al equipo que emprenderá las obras del nuevo Palau Blaugrana, que se reformará en las próximas fechas al igual que el Mini Estadi (las obras han empezado esta semana) y el Camp Nou.
Las condiciones del Nou Camp Nou, destapadas
La primera novedad del nuevo Camp Nou será su capacidad: se incrementarán los 99.000 espectadores hasta los 105.000, sobrepasando de esta manera la barrera de los 100.000 (es el primer estadio de Europa en hacerlo). Además, todos los espectadores tendrán que permanecer sentados y el campo estará bajo cubierto en todo momento, permitiendo así que, en el caso de lluvia o granizo, los aficionados no teman. Las obras, eso si, comenzaran en mayo de 2017 y, si se siguen los plazos previstos, finalizarán en febrero de 2021.
El nuevo estadio contará, de la misma forma, con un nombre comercial que irá asociado como apellido a la denominación Camp Nou. Se espera que la empresa que se haga con estos derechos aporte unos 200 millones de euros (un tercio de los 600 millones en los que está presupuestado el Espai Barça). La elección de el nuevo Camp Nou llega una semana después de que el club publicase, de forma oficial, el nuevo Palau Blaugrana, que contará entre otras cosas con una capacidad para 12.000 espectadores.
Zidane y la meritocracia
Al francés le corresponde repescar en plenitud a Kroos, James e Isco y, al tiempo, debe proyectar la carrera de los más noveles
Puntual como suele ser, el fútbol apunta ahora a Lucas Vázquez, capital en la jugada que derivó en el gol de Cristiano y alivió los sofocones madridistas ante la Roma. Una gran jugada, sin duda, pero la figura de este canterano trasciende a sus buenos ratos con el Madrid, por ahora más episódicos que seriales. Con Lucas, y también con Casemiro, subyace el debate sobre la meritocracia en estos tiempos más proclives a la explotación de un parque temático que a la naturaleza deportiva.
Los clubes precisan amortizar sus inimaginables inversiones. A veces la incontrolable ludopatía futbolera origina fichajes fantasmagóricos; en otras ocasiones, el genio a la vista simplemente no cala del todo. Para mayor enredo, puede ocurrir que en paralelo un chico de la factoría tome la delantera a los del primer cartel sin haber vendido una mísera camiseta y sin haber sido presentado con alguna serpentina. En el palco, el mando se maldice. En la caseta, el técnico tirita mientras los futbolistas rumian por dónde van los tiros. ¿El míster o el dueño, el fútbol sin más o el fútbol de camerino y purpurina?
Como tantos y tantos entrenadores, a esta encrucijada se enfrenta ahora Zinedine Zidane, recién llegado, con un equipo por formatear y con el vestuario muy atento a su timbre de autoridad. Por un lado, al francés le corresponde repescar en plenitud a gente como Kroos, James e Isco, por los que la entidad hizo un considerable desembolso y que ya tienen su cuota de mercado. Al tiempo, es el propio Zidane quien debe proyectar la carrera de los más noveles, máxime si estos, caso de Lucas y Casemiro, se lo ganan y se lo ganan. No son pocas las veces que el entrenador se siente un subalterno de una política en la que no ha tenido verbo. Es lo que hay. Zidane, con honores vitalicios, no deja de ser un empleado del club.
Cabe que el francés dicte una alternancia salomónica y parchee según la jornada, pero llegará el día clave y tendrá que elegir sin tirar los dados. Lo hizo Rafa Benítez en el superclásico y con el equipo deseado para el póster empresarial perdió 0-4. Lucas y Casemiro, hasta entonces muy pujantes, cayeron en el olvido. Un largo extravío hasta que Zidane, arrastrado por las circunstancias (lesiones, sanciones) les ha tenido que echar la caña.
La alineación de Lucas y Casemiro tiene mayores connotaciones. Con el primero, jugador desequilibrante, de los que encaran y regatean sin olvidar la marcha atrás para socorrer en defensa, el Madrid se perfilaría con extremos clásicos. Lucas necesita la orilla derecha, así que Bale debería regresar a sus orígenes por la izquierda. Con Benzema de vuelta, ese carril zurdo es del gusto de Cristiano. En el caso de Casemiro, su presencia en el dique descartaría a algunos de los media punta, la estirpe preferida de la institución, que hace años que se hartó de los Gravesen, Pablo García y Diarrás. Un embrollo, sí, pero el Madrid necesita un cortafuegos con hueso (Casemiro) y que alguien, al menos uno, vaya y venga por una banda (Lucas). Gente sin tantas luces de neón a su alrededor.
Aliste a unos u otros, el equipo, la entidad, quedará marcada, para bien o para mal. Y nada mejor para Zidane que reunirse a solas con Zidane y concretar qué es lo que quiere. Disuelta la asamblea consigo mismo, que ponga nombres al proyecto. Como ya sabrá Zizou, el Madrid alcanzó la Octava con meritorios y solventes teloneros como Iván Campo y Karanka. Y la Novena con figuras totémicas como él mismo. También ha comprobado sobre la hierba que tan vital es Keylor como CR. Todo puede ser cuando se parte de una idea propia no contaminada. Leyendas eternas como ZZ no precisan politiqueos.
José Sámano
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