Los rojiblancos suman quince partidos seguidos sin perder ante los nazaríes en Primera División y ahora están empatados con el Barcelona en el liderato
El Atlético de Madrid vence por 3-0 ante el Granada en un partido de vital importancia para el campeonato. Los hombres de Diego Simeone siguen sin ceder en la lucha por alzarse con el liderato y a pesar de que no se han mostrado cómodos durante la primera parte con la reacción de su rival tras el gol de Koke. Ya en la segunda kitad, Torres y Correa, tranquilizaron a las gradas del Calderón. Con esta derrota, el conjunto granadino solo ha sumado una victoria frente al Atlético en una de sus 22 visitas en la máxima categoría (18 derrotas y tres empates).
Para el Atlético de Madrid lo acontecido el miércoles pasado en Champions ya es historia. Tocaba centrarse en La Liga, en seguir asfixiando al líder. Los rojiblancos no deben ceder ni un solo punto en el último tramo del campeonato, mismo cometido que tiene el Granada pero por motivos diferentes, su lucha está en los puestos de abajo, en lograr la salvación. Los primeros quince minutos del encuentro fueron de dominio rojiblanco, tiempo suficiente para que el Atlético de Madrid ya mandase en el marcador. El primer aviso llegó por la banda derecha, con un centro al área de Juanfran pero Koke envió el remate fuera. El madrileño fue protagonista indiscutible en el tanto del gol. Intervención de Lucas por la izquierda que realizaba un envío raso para Fernando Torres, el disparo de “El Niño” en el área rebotó en la defensa nazarí y recayó en Koke que con la diestra fusilaba hacia el fondo de la red.
A partir de ese momento, el Atlético de Madrid se empezaba a relajar lo que despertó a un Granada que inició la primera mitad encerrado atrás y acabó inquietando la meta de Oblak. Rochina y Doucouré eran los dos hombres más participativos en el ataque granadino que hoy tenía las bajas de Success (por sanción) y El Arabi (por lesión). Al borde de la media hora, el Granada pudo empatar el choque en dos buenos remates de Rochina. En el primero, el valenciano recibía la asistencia de Doucouré, pisaba área, recortaba pero no acertó en su lanzamiento con la zurda y en el segundo, su espectacular latigazo desde fuera del área se estrellaba en la madera.
En la segunda mitad, el encuentro se reanudó con demasiadas imprecisiones por parte de los dos conjuntos, apenas había juego en las áreas y no generaban ocasiones gol, circunstancias que no beneficiaban al juego. Simeone reaccionó y decidió dar entrada a Augusto Fernández para poder tener el control de la medular donde tanto había sufrido en el primer acto. El gol llegó de inmediato, después de una gran combinación entre Koke y Torres, dos socios dentro del campo que se entienden a la perfección. Koke filtró un balón al área para el delantero, que picó a la perfección el esférico para superar a Andrés Fernández. El partido se le ponía muy de cara al conjunto madrileño por lo que Simeone dio descanso a Koke y Griezmann que fueron sustituídos por Óliver Torres y Ángel Correa. El delantero argentino salió del banquillo y volvió a marcar, algo que ya se ha convertido en casi un ritual. Tercer tanto para poner la “guinda” a un partido muy trabajado para los rojiblancos.
Con este resultado, el Granada se mantiene fuera de los puestos de descenso, lo que les obliga a seguir luchando por la permanencia. Ayer el Real Madrid y hoy el Atlético de Madrid han hecho los deberes y le dejan toda la presión al Barcelona. Los rojiblancos siguen a la caza del líder y ya esperan que el Valencia pueda dar la sorpresa en el Camp Nou.
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