Los palos salvan al Betis

El Levante tuvo tres lanzamientos a la madera ·Deyverson falló un gol a puerta vacía ·El conjunto verdiblanco acabó con diez por la expulsión de Westermann

Desde que el Betis cayó con estrépito en el Bernabéu, donde el Madrid le endosó nada menos que cinco goles, el conjunto verdiblanco no ha vuelto a perder como visitante. Por el camino se han sucedido cuatro victorias y dos empates que sirven, al menos de manera provisional, para que los hombres de Pepe Mel sean el mejor equipo de la Liga a domicilio. Parece como si el tremendo sopapo en Chamartín hubiera servido para espabilar a un grupo que sufre en casa, pero que fuera siempre termina sacando sus partidos adelante.

En el Levante se nota la mano de Rubi. Desde su llegada el equipo parece otro, y ante el Betis cercó el área de Adán con frecuencia. Con un activo Morales, que fue un cuchillo por la derecha, los granotas le pusieron fútbol e intensidad, pero les faltó algo importante para ganar partidos: La suerte les dio la espalda.

Y es que el Levante podía seguir intentando perforar la portería del Betis noventa minutos más, pero el resultado sería el mismo. Deyverson tuvo la ocasión del partido, y del año, pero no logró empujar un balón a puerta vacía, que acabó rebotando en el larguero. Previamente Verza había tirado una vaselina con mucha calidad, que impactó en el poste.

La madera iba a ser el mejor aliado de un Betis al que le bastaron cuatro minutos para liquidar el choque. Ese fue el tiempo que tardó Rubén Castro en combinar con Joaquín, para hacer el único gol de la noche. El delantero tiró un buen desmarque en el área, recibió de el del Puerto de Santa María y puso un disparo ajustado al segundo palo, fuera del alcance de Rubén Martínez.

A partir de ahí el Levante iba a tomar el mando, y a intentarlo hasta el último aliento. Deyverson tuvo nuevamente el empate en sus botas. Controló un balón con el pecho, y sin dejar que regresara al suelo conectó una volea que se volvió a topar con el palo. No era su día.

El Betis acabó pidiendo la hora y con diez hombres sobre el campo por la expulsión de Westermann en el tramo final. Adán se encargó de desbaratar lo que no absorbió el poste para guiar a su equipo a una nueva victoria lejos del Benito Villamarín. El triunfo sirve para pensar en un futuro asalto a los puestos de Europa League, pero tendrán que contar con su gente para ello.