Protagonizando un sólido segundo tiempo, el equipo de Jorge Sampaoli consiguió una merecida victoria en el inicio de las eliminatorias. Sin embargo, el Estadio Nacional no se llenó.
La Roja deja en el suelo a Brasil
Chile termina con 15 años sin poder derrotar al Scratch y abre las Eliminatorias con justo 2-0. Eduardo Vargas y Alexis Sánchez anotaron en la justa victoria de la Selección en el Nacional. Por momentos, el equipo de Sampaoli se vio mal, pero al final celebra una victoria muy valiosa.
A quién le importa si fue un apretado 2-0 y si Chile, el campeón de América, no apabulló. A quién le importa, si en la tabla la Roja aparece con tres puntos después de su victoria justificada sobre Brasil, merecida. A quién le importa, si con los goles de Vargas y Alexis se acabaron 15 años de frustraciones contra el Scratch y, por primera vez desde que existe el formato de Eliminatorias todos contra todos en Sudamérica, la Selección empieza con un triunfo el camino al Mundial.
Pero cuidado, una cosa es buscar la perfección de un sistema de juego. Otra muy distinta es cambiar la esencia de un equipo en busca de ese objetivo. En los primeros 35 minutos, la Selección no fue la Selección. Se quedó en el intento, y eso. Por muchos pasajes, de hecho, Brasil se instaló en campo local y complicó la salida limpia de Chile, que es la base de su juego ofensivo. A esa altura, el público del nacional, igual de frío que el partido, agradecía la falta de magia en el pentacampeón, la falta de Neymar.
Llamativo, de hecho, que la primera mitad terminara con un 58% de posesión en favor de Brasil, algo que inconcebible en el libro de Sampaoli. Por lo mismo, a 10 minutos del descanso, el casildense intentó darle una vuelta al partido y mandó a Mark González a la cancha. El cruzado (quien hasta última hora peleó un puesto de titular) se instaló como extremo izquierdo y con una orden muy simple, pero potente: darle vértigo a la banda y hacer trabajar a un Dani Alves muy tranquilo.
El zurdo entró clarito, porque en la primera fue al frente, la peleó dentro del área y se la entregó a Sánchez, cuyo disparo pegó en el poste. Fue lo más importante, casi lo único de Chile antes de ir a camarines.
La nueva disposición, con cuatro hombres en el fondo, dos volantes mixto y un enganche (el opaco Valdivia) y tres delanteros le devolvió a la Roja el protagonismo dentro del campo. Ayudó también que Brasil, quizás conforme con el empate, le entregó el terreno a los dueños de casa y apostó, casi en exclusiva, al contragolpe. Por suerte, la mayoría de esos ataques terminó en los pies de Oscar, uno de los peores en el pasto ñuñoíno.
Le costaba entrar a la Selección. Algunos alardes de Alexis, el empuje de Vidal, tibios intentos de Edu Vargas, hasta que Isla estrelló el balón en el poste (55’). Como sea, a Chile le afectaba el cansancio evidente de Valdivia, quien estuvo lejos de ser ese jugador distinto que tanto encandila al entrenador argentino. Sampaoli también lo notó y ordenó otro cambio: Matías Fernández al terreno. El volante de Fiorentina se adueñó de inmediato de las pelotas detenidas. La primera la golpeó contra la barrera, pero la segunda fue un centro preciso que Vargas, el de siempre, el iluminado de los goles, abriera la cuenta con un suave cacheteo.
La apertura de la cuenta llegó a los 71’, bien entrado el juego, y produjo un estallido de alegría en el Nacional. Aparecieron los “ole” (muy apresurados, por lo demás) y Brasil se vio obligado a cambiar su rol. Ahora los pupilos de Dunga, tan conformistas que desesperan, debían ir al ataque. El veterano Ricardo Oliveira, de 35 años, ingresó como salvación, pero lo importante es que Chile tenía más espacios que explotar.
Alexis se enganchó un poco, para llevar la pelota con su habilidad, para molestar. Fernández, en cambio. Pero claro, Sampaoli le tiene mucho respeto al Brasil de Dunga, demasiado quizás, y prefirió reforzar la defensa con Christian Vilches. La movida, en el papel, inteligente, puesto que sacó a Marcelo Díaz y ubicó a Gary Medel en su función natural, al centro del campo, como un destructor.
Se ordenó Chile y confirmó su triunfo. No sólo con el juego, sino también con su mejor jugada del partido. Una pared larga entre Sánchez y Vidal, que el ariete del Arsenal terminó en la red. Golazo y firma de un triunfo histórico, de esos a los que esta generación ya nos tiene muy acostumbrados.
Chile venció a Brasil después de 15 años
El equipo de Jorge Sampaoli se impuso por 2-0 a la Verdeamarela y sumó sus primeros tres puntos en las Eliminatorias para Rusia 2018.
Chile, actual campeón de América, se impuso ante Brasil por 2-0 en el Estadio Nacional, en un partido correspondiente a la primera fecha de las Eliminatorias. De esta manera, el equipo dirigido por Jorge Sampaoli puso punto final a la sequía de 15 años sin poder vencer a la Verdeamarela.
Una guerra táctica se vivió desde el inicio del encuentro. Ambos equipos mantuvieron una ardua lucha por el control de la pelota y fue la visita la que tuvo la posesión durante gran parte de la primera parte, manteniendo al equipo de Sampaoli muy atrás y complicándole la salida limpia desde el fondo.
No todo fue bueno para el Scratch, debido a que perdió a David Luiz por lesión a los 35 minutos y tuvo que ser reemplazado por Marquinhos. Así perdió a uno de los pilares de la defensa, quien además aporta buen juego aéreo y remates a pelota parada en la parte ofensiva.
Para contrarrestar el dominio brasileño, Jorge Sampaoli tuvo que modificar el esquema que presentó desde el inicio. A los 40', decidió el ingreso de Mark González en lugar de Francisco Silva, debido a que el Gato no pudo controlar a Douglas Costa. Con el ingreso del jugador de la Católica también buscó hacerle daño a Dani Alves por el costado izquierdo.
Tras esa sustitución el seleccionado chileno mejoró. Primero, Alexis Sánchez estuvo cerca de convertir a los 42' tras sacar un potente remate que se estrelló en el poste derecho del arco de Jefferson. Y después, Gonzalo Jara se atrevió con un tiro desde fuera del área que llegó a las manos del arquero.
Los pupilos de Dunga casi logran ponerse en ventaja después de un intento de Oscar que se perdió por el costado derecho del arco chileno, pero Chile respondió de manera inmediata por medio de Mauricio Isla, quien se sumó al ataque para conectar un potente remate que pegó en el poste a los 55'.
La lucha se mantuvo férrea, tanto que Marcelo Díaz recibió la única tarjeta amarilla del duelo por una infracción sobre Willian a los 57'. Ante lo cerrado del encuentro y los deseos de Sampaoli por ser protagonistas del cotejo, decidió reemplazar a Jorge Valdivia en la labor de creador y dispuso el ingreso de Matías Fernández.
Y la alegría del Estadio Nacional se desató a los 72'. Fernández ejecutó un tiro libre desde la banda derecha y Eduardo Vargas, el goleador de la Copa América junto a Paolo Guerrero, definió conectando con oportunismo la pelota tras anticipar a la defensa brasileña en el primer palo.
El nerviosismo del final del encuentro quedó sepultado gracias a Alexis Sánchez, quien recibió una buena habilitación y definió de zurda para el 2-0 definitivo. El extremo nuevamente apareció cuando Chile más lo necesitaba. De esta manera, la Roja se aseguró los primeros tres puntos en las Eliminatorias Sudamericanas.
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