El canterano está a punto de dejar atrás once temporadas como jugador del Barça, ocho de ellas en el primer equipo, con el que ha ganado 19 títulos
El trofeu Joan Gamper puede tener esta temporada un componente más emotivo de lo habitual. Pedro, el querido Pedrito, está muy cerca de abandonar la disciplina del Barça y el trofeo que inagura la temporada oficial en ‘can Barça’, puede ser el que sirva de despedida al delantero tinerfeño. Si se confirma el ‘tempo’ de las negociaciones que están manteniendo el Barça y el Manchester United, Pedro tendrá la despedida del Barça que se merece después de once temporadas defendiendo la camiseta blaugrana, ocho de ellas como futbolista del primer equipo. Pedro dirá adiós en casa, sobre el césped del Camp Nou, y ante la su afición, que daría lo que fuera por seguir viéndole defender los colores del club.
No es para menos. El tinerfeño ha sido una pieza fundamental en la época más fructífera de la historia del Barça en cuanto a títulos se refiere. Pedro ha ganado nada más y nada menos que 19, repartidos de la siguiente forma: tres Champions League, cinco Ligas, dos Mundiales de Clubs, tres Copas del Rey, dos Supercopas de Europa y cuatro Supercopas de España. Eso, sin olvidar el título que ganó en Tercera División, como futbolista del Barça B, tres Copas Catalunya y los dos grandes éxitos alcanzados con la selección española: el Mundial de Sudáfrica 2010 y la Eurocopa de Ucrania y Polonia 2012.
Un currículum envidiable que intentará ampliar en la nueva etapa que está a punto de abrir en Old Trafford. Si la cosa no se tuerce, el acuerdo entre el Barça y el Manchester United por el traspaso de Pedro es cuestión de días. La mejor prueba es que el director general de los ‘red devils’, Ed Woodward, tiene prevista su llegada a Barcelona la próxima semana. Y si Ed Woodward decide tomar un avión no es para ir de vacaciones. Woodward fue el hombre que aconsejó a la familia Glazer hacerse con la propiedad del Manchester United, allá por el año 2005. Y cuando el histórico director general de los ‘red devils’ decidió retirarse en 2013, los magnates norteamericanos decidieron ofrecerle el cargo.
Woodward es el artífce de los dos grandes contratos de patrocinio que ha firmado el Manchester United recientemente, Chevrolet, que aporta algo más de 71 millones anuales por llevar el nombre en la camiseta, y Adidas, que ha desembolsado nada más y nada menos que mil millones por vestir a los ingleses las próximas diez temporadas. Total, que Woodward es un hombre de plena confianza de la familia Glazer y cuando entra en acción es para cerrar una operación.
Las negociaciones han ido madurando los últimos días y el Manchester United se ha acercado a una propuesta cercana a los 30 millones, condición indispensable para que el Barça se plantee la marcha de uno de sus futbolistas más valiosos. Ahora mismo, la diferencia oscilaría entre los 26 y 28 millones de fijo más unos variables que serían de seis, en el primer caso, o cuatro, en el segundo. En total, por encima de esos 30 millones que marcan la validez de la operación. La discusión se centra ahora en la dureza de esos ‘condicionantes’. El Barça apostaría por objetivos individuales –partidos y minutos jugados–, más fáciles de asumir, mientras que el United pretende que sea por títulos, menos asumibles. En todo caso, no parece que este tira y afloja vaya a romper las conversaciones.
Pedro se mantiene al margen de los contactos que están manteniendo ambos clubs. El futbolista ya ha alcanzado un compromiso con los ‘red devils’ que mejora las condiciones que firmó recientemente con el Barça para ampliar su contrato hasta 2019. El club blaugrana le renovó por cuatro temporadas por una ficha superior a la que ostentaba. El United ha superado esas condiciones en tiempo y dinero. Si las negociaciones que mantienen ambos clubs llegan a buen puerto, Pedro jugará en Old Trafford las próximas cinco campañas y rondará los cinco millones netos anuales. El futbolista solo está pendiente que Barça y Manchester United hagan oficial el acuerdo para tomar un avión con destino a Inglaterra.
El traspaso dejará satisfechas a todas las partes. El Barça ingresará una importante cantidad de dinero que necesita, mientras que Pedro recalará en un equipo en el que debería recuperar el protagonismo perdido las dos últimas temporadas en el Camp Nou. El tinerfeño es una petición expresa del técnico de los ‘red devils’, Louis van Gaal y a priori le reserva un puesto de titular. ¿Todos contentos? No. Al margen de la afición blaugrana, que desearía que Pedro se retirara en el Camp Nou, hay una figura que no queda precisamente satisfecha con la salida del delantero tinerfeño: Luis Enrique. El entrenador asturiano considera que la marcha de Pedro debilita la plantilla, ya que no ve en el mercado un futbolista que atesore la calidad del tinerfeño.
‘Lucho’ ha hecho todo lo que ha podido este verano por frenar su marcha. Ha intentado convencer al futbolista y después ha instado al club a bloquear su salida. Lo que no puede evitar es que Pedro se vaya si llega un club que pague su cláusula, como es el caso del United. Asumiendo la marcha de su pupilo, Luis Enrique se centra ahora en otro objetivo: retrasar su salida. El técnico asturiano quiere contar con Pedro en la Supercopa de Europa. ‘Lucho’ está obsesionado con el sextete y sabe que el tinerfeño llega a esa cita en mejores condiciones físicas que, por ejemplo, Neymar. Luis Enrique respeta mucho al Sevilla, sabe que está preparando a conciencia la cita y está convencido que será un partido de mucho desgaste en el que Pedro tendría un papel protagonista. Todo apunta, sin embargo, que el Gamper contra la Roma será el último partido de Pedro como blaugrana.
Gerson desnuda la cruda realidad
VAYA POR DELANTE que hasta hace unos meses desconocía la existencia de una joven promesa llamada Gerson. Fue nuestro estimado corresponsal en Brasil, Joaquim Piera, quien me habló de él para decirme que se trataba de la clásica ‘perla’ brasileña. Sigo sin saber si es perfil Barça de futuro o no, pero lo que sí tengo claro es que una vez el club adelanta un dinero –3,2 millones de euros– y cierra un compromiso con el padre del futbolista, la operación debe quedar finiquitada salvo que sea el propio club quien dé marcha atrás.
No es el caso. La Roma no se ha cortado un pelo y se ha lanzado a tumba abierta por Gerson. Oferta en firme, el Fluminense atado en corto y todos a presionar a Gerson para que deje plantado al Barça y vaya al Calcio. Insólito.
Todos sabemos cómo las gastan los clubs brasileños y sus habilidades para seducir con todo tipo de pagos, pero que la Roma tenga la habilidad y valentía para hurtarle al Barça una promesa ya controlada... De entrada, dos conclusiones: el Barça ha perdido fuerza en el mercado exterior y clubs relevantes como la Roma, pero lejos del potencial blaugrana, ya se atreven a medirse al Barça –¿recuerdan cómo ficharon al juvenil Sanabria?–.
La segunda deducción es que la dirección deportiva culé hace aguas. No puede ser que los titubeos den pie a que otras entidades se anticipen en la carrera por las apuestas del futuro. Sea con 17 millones o con todo tipo de promesas más o menos fundadas, si el Barça echa el ojo a un futuro crack, adelanta un dinero y concreta un compromiso, ese jugador no se puede escapar.
Esperemos que el ‘caso Gerson’ sirva a Robert Fernández para tomar nota y buscar las correspondientes soluciones para que no se repitan estos problemas.
REAL MADRID - PRETEMPORADA
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