quarta-feira, 13 de abril de 2016

Atlético vs Barcelona: un partido para gigantes que marcará la temporada

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Rojiblancos y azulgrana se baten en un Calderón a reventar por una plaza en las semifinales


Aunque de por medio hubo una goleada copera contra el Elche (5-0), la leyenda del tridente empezó en enero del año pasado en un partido de Liga contra el Atlético después de una derrota en Anoeta por 1-0. El triunfo azulgrana quedó inmortalizado en una fotografía en la que Luis Suárez, Neymar y Messi, autores de un gol cada uno, posaban abrazados, triunfadores en el estadio una semana después de haber sido mitad espectadores y mitad protagonistas de la caída en San Sebastián. El argentino y el brasileño -el uruguayo no jugó- volvieron a fracasar el pasado sábado y comparecen hoy de nuevo contra el Atlético, ahora en el Calderón, con la intención de recuperar el gol, la victoria y la opción de revalidar el título en la Champions.
“Seguimos creyendo en nosotros”, escribió en Facebook Messi. El 10 le ha marcado 25 goles en 29 partidos al Atlético —10 en el Calderón— y 13 de los 14 tantos que ha encajado el equipo de Simeone pertenecen al tridente de Luis Enrique. El problema es que Messi lleva cuatro partidos sin anotar y Neymar, habitualmente decisivo en el Calderón, no encuentra la portería desde el 12 de marzo ante el Getafe. La solución sigue siendo Suárez —45 goles en 45 partidos— un delantero que funciona en el Barça como Diego Costa lo hacía en el Atlético.
El charrúa firmó la remontada en un partido de ida (2-1) que parecía diseñado para la gloria del Atlético. Los rojiblancos señalaron al árbitro alemán Brych como el responsable de su derrota por la severidad con la que expulsó al Niño Torres, autor del gol y figura durante media hora del duelo, y por su bondad conSuárez, protagonista de dos entradas muy feas sin balón a Filipe Luis y especialmente a Juanfran.
El factor Suárez
El Atlético, un equipo acostumbrado a jugar fuerte, acude agraviado a su estadio, víctima en el Camp Nou, enfurecido, deseoso de revancha, dispuesto a acabar con la pompa que a su entender se le da al pusilánime Barça. La hinchada tiene una fe ciega en su equipo y a Simeone le tocará manejar el control emocional de sus muchachos, tan excitados como dichosos con su fútbol, vitalista y resultón desde que se liberaron en la tanda de penaltis ganada en octavos al PSV Eindhoven.


Ambos equipos se baten con diferencias mínimas a pesar de que Luis Enrique le ha ganado los siete partidos a Simeone

A pesar de la ausencia por sanción de Torres, Simeone cuenta con un muy buen plantel y tiene dónde elegir: Savic o Lucas, Carrasco o Correa. Sobresale la capacidad goleadora de Griezmann (27) y la autoridad de Koke, que pasa por un momento muy dulce, como se vio en Cornellà. Los rojiblancos dominan varios registros y a partir de su presión alta y repliegue abundante, saben cómo dañar al Barça. Luis Enrique, por el contrario, apenas cuenta con suplentes de garantía y en los duelos exigentes se entrega a un equipo titular que ha perdido juego, frescura y finura, más contragolpeador que dominante, pendiente de Messi, Suárez y Neymar. No habrá presumiblemente más novedad en la alineación que la del portero: vuelve Ter Stegen.
Aunque no es una sustitución estructural, los azulgrana aspiran a recuperar sus mejores sensaciones con el cambio de competición —marcaron en los 22 partidos europeos de Luis Enrique—, pese a que el resultado de hoy condicionará también su trayectoria y la del Atlético en la Liga. Ambos equipos se baten con diferencias mínimas en los dos torneos a pesar de que Luis Enrique le ha ganado los siete partidos disputados a Simeone. El argentino solo ha podido vencer una vez al Barça en 16 partidos (9 derrotas y 6 empates). Ocurre que la victoria se produjo en la vuelta de los cuartos de final de la Champions de 2013-2014. El 1-0 supuso la eliminación del conjunto de Martino. Ha sido la única vez en ocho temporadas que el Barça faltó a las semifinales de la Champions.
Los dos equipos tienen por tanto cuitas pendientes y el Calderón se llenará a reventar. Es un partido para gigantes en un marco único como el de la Copa de Europa.

Las claves del Atlético-Barcelona

Ambos equipos se juegan en el Vicente Calderón el pase a las semifinales de la Liga de Campeones


“Nunca dejes de creer” es el lema que lleva retumbando en las instalaciones deportivas del Atlético de Madrid en el Cerro del Espino desde que el equipo de Simeone se enfrascó en la preparación del partido que les enfrentará alBarcelona esta noche en la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones en el Vicente Calderón. Es la combinación de palabras más repetida (“De pequeño me enseñaron que hay que insistir y creer en lo que haces”, dijo Simeone tras el partido ante el Espanyol), que ha sustentado al equipo en momentos como el de hoy -frente al PSV, en los octavos, un tifo con el mismo eslogan recibió a los jugadores en su salida al campo-, y que reafirma una creencia a la que se agarran club y aficionados para encarar la que consideran la gesta más importante del año. Derrotar al Barcelona como ocurriera en esta misma fase en 2014 y acceder a las semifinales es ahora el sueño de todo rojiblanco, aunque para ello deberán remontar el 2-1 de la ida.
Mantener la portería a cero. Es la tarea fundamental para el equipo de Simeone si no quiere elevar la gesta a la categoría de heroicidad. Anular a Suárez, Messi y Neymar en ataque será tan imprescindible como evitar que se sumen jugadores de segunda línea como Rakitic o Iniesta. Para ello es probable que Simeone coloque a Saúl en la banda derecha y adelante la posición de Carrasco y así impedir que Alves genere superioridad por la banda derecha y asista a los delanteros. Misma circunstancia en el lado izquierdo, donde Juanfran y Koke harán lo propio con Jordi Alba.


Elevar el ritmo del partido. No entra en la cabeza del técnico rojiblanco disputar la pelota al Barcelona, consciente de que el desgaste físico que supondría para su equipo facilitaría la salida al contragolpe de su rival, una disciplina que ha perfeccionado con Luis Enrique. Sin embargo, la alternativa a semejante circunstancia pasaría por no permitir a los azulgrana que elaboren con calma, que disfruten de posesiones largas que les permitan el acercamiento a través de transiciones cortas. Es en ese punto donde el Atlético puede hacer valer su condición de equipo ordenado y físico para tratar de impedir que el Barcelona se sienta cómodo sobre el campo aumentando la presión en la marca.


Messi en el partido del Camp Nou contra el Atlético.  AFP


Un ojo permanente en Messi. No es ningún misterio que el argentino tiene la capacidad de decidir un partido independientemente de su rival ha visionado uno o mil vídeos sobre su comportamiento sobre el campo. Sin embargo, tras el parón de selecciones,Messi acumula cuatro partidos sin marcar y en el encuentro de ida apenas generó peligro en el campo del Atlético. Tratar de alejarlo del área y controlar sus pases en diagonal será una de las tareas más complicadas para los rojiblancos, pues en caso de necesitar a dos jugadores para llevarla a cabo perdería una marca que podría generar superioridad para el Barcelona. Gabi, Saúl y seguramente Godín serán los encargados de flanquear al argentino en función de la posición por la que se mueva.
No olvidarse de marcar. Más allá de evitar el gol, el Atlético está obligado a marcar para dar la vuelta al 2-1 de la ida. Sin Fernando Torres, expulsado en el Camp Nou, Griezmann soportará todo el peso ofensivo del equipo, aunque podría estar acompañado por Carrasco, otro de los jugadores más desequilibrantes de la plantilla del Atlético. Aunque Simeone cuenta con jugadores como Correa o Vietto, sus características son muy similares a las del francés, por eso es probable que apueste por el belga, un jugador de envergadura y que se mueve bien entre líneas. Tratar de aprovechar las jugadas a balón parado, un arte que los rojiblancos tienen dominado, y encontrar sobre todo a Koke para que este distribuya -su partido ante el Betis hizo aflorar al gran pasador que lleva dentro-, será la mejor forma de que el Barcelona se vea obligado a recular.
Creer. Más allá de todo lo que suceda en el campo al Atlético no le queda otro recurso más al que agarrarse. A pesar de que la empresa es complicada, los más de 50.000 espectadores rojiblancos que arroparán a su equipo tratarán de que el bloque se mantenga conectado al partido y no pierda la esperanza. Porque ese es el lema, y esta noche tendrá una nueva prueba de fuego para demostrar su vigencia.

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