'Granotas' y boquerones ofrecen un partido soporífero y repleto de tarjetas decidido por una acción de veteranía del portugués a doce minutos de la conclusión.
Duda decidió de falta, por debajo de la barrera que saltó temiéndose lo peor. El resabiado jugador portugués suma su décimo tercer gol de esta manera desde que llegó a España. Solo Cristiano Ronaldo, Ronaldinho y Messi han marcado más goles de esta manera que este veterano futbolista, que no logró triunfar en el Sevilla, y que se ha hecho una institución en la Capital de la Costa del Sol. Corría el minuto 78 y el tanto destruyó al Levante que se sumerge en el pozo más hondo de la clasificación frente a un Málaga al que al 2015 se le ha quedado corto. Ha marcado seis tantos en las últimas cinco jornadas donde ha sacado once de los quince puntos posibles, uno más que el resto de la temporada.
No se esperaban tantos para este partido, más que nada porque se enfrentaban los dos conjuntos menos goleadores de Primera División. El Málaga quería terminar este 2015 no solo fuera de las posiciones de descenso sino además continuar con esa racha de cuatro partidos seguidos sin perder, que ahora son cinco, y que le hacen mirar hacia posiciones más templadas de la tabla clasificatoria. Al Levante, por su parte, se le antojaba como una gran oportunidad para tomarse las uvas fuera del farolillo rojo brindándole a su vez un triunfo a su afición (y más contra uno de los dos rivales al que obtuvo la mayor goleada la pasada liga: 4-1).
Por lo que las tablas se vislumbraron desde un principio. Si bien es verdad que el Málaga estuvo imponente en los primeros minutos. Suya fue la primera tarjeta amarilla (Juan Carlos a los 45 segundos, la más tempranera en esta campaña liguera), el primer centro al área, los primeros saques de esquina, las primeras faltas y el primer remate a puerta. Pero de ocasiones claras nada. Faltaba el último pase o que Amrabat no se tirara toda la tarde centrando a los rivales. El inicio andaluz fue tan demoledor que, hasta el minuto 23, los granotas no tocaron el balón en el área contraria. Fue en un cabezazo de Roger que Weligton despejó dentro del área para evitar males mayores.
A partir de entonces, el encuentro se calentó y se igualó. Por lo que llegaron los mejores instantes, breves, del Levante. El jaleo les vino bien y David Navarro estuvo a punto de “abrir la lata” en un testarazo que se marchó por encima del larguero. Si el primer corner fue jaleado en Orriols fue celebrado como un gol, no digamos ya una triangulación entre Jefferson Lerma, Rubén y Pedro López que el lateral no supo culminar. Pobre niños. A estos compases le contestó el Málaga para recobrarle el pulso al partido en el ocaso de los primeros 45 minutos, y en ese intervalo gozó de su mejor ocasión. Rosales sacaba de banda al punto de penalti, nadie despejaba en primera instancia, y Cop, tras revolverse buscó el segundo palo saliendo el balón por milímetros del marco defendido por un nervioso Mariño.
El Levante tuvo un conato de ambición en la reanudación. Pero fue un espejismo. Nadie se salió del guión. José Mari servía de stopper con Simao como improvisado central tras la lesión de Juanfran formando una línea de cuatro tan compacta como la rival. Camacho y Recio se centraban en la contención y dejaban más aislados a Amrabat y a un Fornals que acabó siendo sustituido. Mientras tanto, pasaba el tiempo como si nada.
De la siesta nos despertó una doble ocasión cuando cruzábamos el ecuador de la segunda parte. Nos levantaba del letargo Camarasa que enganchó un proyectil hacia la escuadra izquierda malagueña que Kameni, a mano cambiada, desviaría a corner protagonizando la acción más espectacular de la tarde. Acto seguido, el Málaga conectaría un contragolpe donde tres futbolistas suyos encaraban a un solo central. Boka tenía a Cop a la izquierda y a Charles a la derecha, y decidió regalársela a Diego Mariño.
Llegaron los cambios y el más acertado fue Javi Gracia. Duda marcaría la diferencia en un gol donde tiró más de picardía que de calidad. A raíz de ahí, el partido se murió y dio lugar a un rosario de cartulinas. Seis en los últimos seis minutos. Doce en total que iguala al Betis – Sevilla y el Espanyol – Valencia como los partidos que más se han teñido de amarillo esta temporada en liga. El juego interrumpido fue el triste colofón a un Levante que ni siquiera pudieron tirar de heroica para lograr un mísero empate, que terminará el año como colista de la categoría y que trajo carbón a los más jóvenes que estuvieron presentes y que poblaron las gradas del siempre triste Ciutat de Valencia con motivo de “El Día del Niño”.
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