Después de su profesionalización, los árbitros perciben emolumentos superiores a los 200.000 euros de media por temporada
Sin árbitros no puede haber fútbol de competición. El fútbol, se quiera o no, los necesita. Y los árbitros necesitan al fútbol, unos para dar salida a su pasión por el deporte, otros porque sus egos precisan sentirse autoritario, mandar, poder reprender... lo que en su mundo laboral no pueden ejercer.
Pero un elevadísimo porcentaje en la categoría nacional, y me ciño a Primera División, tiene en el fútbol una saneada fuente de ingresos que a muchos les ayuda en el presupuesto mensual y a otros se lo mejora y facilita su status de vida que en su profesión o tarea laboral tal vez no podrían tener.
Claro que tiene su contraprestación y es que el colegiado de Primera División está profesionalizado, lo que le obliga a la dedicación plena al arbitraje, aunque pueden compatibilizar con otras funciones en su vida laboral, citando por ejemplo que Álvarez Izquierdo es inspector del transporte público, Jaime Latre es ingeniero de Telecomunicaciones del Ejército de Tierra, Fernández Borbalán es empresario, Mateu Lahoz es profesor de Educación Física, Velasco Carballo es ingeniero industrial y Undiano Mallenco –por citar a los más conocidos– es licenciado en Sociología.
Todos están obligados a dirigir encuentros intersemanales y acudir a cualquier fecha y sin límite de días, a todas las citas del Comité Nacional de Árbitros, que preside el sempiterno excolegiado internacional, el cántabro Victoriano Sánchez Arminio, que supera los 20 años en el cargo.
COMPARATIVA
En la Premier inglesa los colegiados no perciben emolumentos por partido arbitrado, pero tienen una suculenta compensación cifrada en 24.000 euros por mes de competición. Por su parte, los colegiados de la Serie A del Calcio reciben 8.000 euros al mes y 4.000 por partido arbitrado.
El sueldo de Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, es de 151.504,36 euros brutos al año. Comparemos, pues, lo del mandamás del fútbol español con los árbitros y verán.
Un colegiado de Primera División percibió un fijo de 109.590 euros, dividido en 10 pagas mensuales en concepto de arbitraje y plena dedicación, a los que se agregaron 12.000 anuales como derechos de imagen que cubre una marca comercial.
Por cada partido de Liga y Copa del Rey sus derechos ascendieron a 3.577 euros. Por su parte, los jueces de línea o árbitros auxiliares cobraron 1.449 y el cuarto árbitro, 1.462 euros.
MÁS DINERO
Capítulo aparte merece el de los nueve internacionales –Velasco Carballo, Undiano Mallenco, Mateu Lahoz, Martínez Munuera, Hernández Hernández, Gil Manzano, Fernández Borbalán, Estrada Fernández y Clos Gómez–, que percibieron 6.133 euros por actuación en partidos internacionales, que se agregan a sus emolumentos por el fútbol español.
Por citar dos ejemplos concretos, el castellano-leonés González González, galardonado con el trofeo al mejor árbitro de la anterior temporada, policía nacional de profesión, en su sexta temporada en la máxima categoría, percibió en la pasada temporada un total de 207.438 euros. Por su parte, el internacional valenciano Mateu Lahoz, profesor de Educación Física, recibió 200.284 euros en España y 61.330 más por sus actuaciones internacionales, lo que le convirtió en el colegiado con más ingresos en la temporada, al haber percibido un total de 261.614 euros.
Como último ejemplo, los dos colegiados que descendieron a Segunda División la pasada temporada y que por la edad reglamentaria deben colgar el silbato, los hermanos cántabros Fernando y José Antonio Teixeira Vitienes, se embolsaron cada uno la nada despreciable cantidad económica de 189.554 euros.
CAMPAÑA ACTUAL
Los árbitros De Burgos Bengoechea (colegio vasco) y Sánchez Martínez (colegio murciano) han reemplazado a los hermanos Teixeira Vitienes esta temporada. El vasco es hijo del excolegiado hasta hace pocos años De Burgos Núñez.
La edad reglamentaria de permanencia se fija en 45 años cumplidos el 1 de julio del 2015. El veterano es el madrileño Carlos Velasco Carballo, nacido el 6 de marzo de 1971. Por su parte, el benjamín es Ricardo de Burgos Bengoechea, nacido el 16 de marzo de 1986, mientras que el más longevo en Primera División es el navarro Alberto Undiano Mallenco, que debutó en la temporada 2000-01.
Los emolumentos han variado poco hasta ahora: los colegiados perciben 3.700 euros por encuentro dirigido en Liga y Copa, diez pagas mensuales de 11.000 euros y los 12.000 euros en concepto de derechos de imagen y publicidad. Por otra parte, sus auxiliares perciben 1.440 euros por partido y el cuarto árbitro, 1.435 euros, mientras que se mantiene la cifra de 6.000 euros para los colegiados internacionales.
En España todos los árbitros tienen la obligación de pernoctar en la localidad donde se juega el partido la noche anterior a la celebración del mismo, en un hotel de 4-5 estrellas, con una dieta de 53 euros diarios y 59 euros para gastos, debiendo viajar en avión en primera clase.
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