Los de Setién respondieron a dos golpes del Eibar y silenciaron Ipurua en el último suspiro y ante un rival cuya dureza le condenó a terminar el partido con nueve jugadores. Las Palmas pone un pie en la siguiente ronda y sale ileso e ilusionado de una difícil visita a un equipo en racha.
Las Palmas demostró en su visita a Ipurua tener argumentos y orgullo suficiente para salir airoso de una situación complicada. Encajó dos golpes del Eibar con los goles de Hajrovic y Saúl Berjón y respondió con una meritoria remontada que cerró Momo en el último minuto de partido. Los de Setién salieron ilesos ante un Eibar que se expresó con demasiada dureza y que acabó con nueve hombres sobre el terreno de juego.
A Las Palmas no se le pudieron poner más factores en contra. A los diez minutos de juego iba perdiendo. A los 20, el Eibar volvía adelantarse. Su hoy delantero titular caía lesionado antes del descanso. Uno de sus defensas también abandonaba el terreno de juego ya en el segundo acto. Todo esto en Ipurua, estadio donde te rascan y te exprimen el físico hasta que pidas clemencia. Y ante un Eibar intenso, pero con grandes recursos futbolísticos. A todo esto se sobrepuso el equipo de Setién, que levantó un partido con un jugador de 40 años al timón y un juvenil como referencia ofensiva.
Al ritmo de Valerón
Por si no fuera suficiente con todo esto, a Álvarez Izquierdo se le escapó el fuera de juego que dio lugar al primer tanto del partido. Verdi lanzó un preciso envío en diagonal y Hajrovic ganó en la carrera a Garrido para superar a Lizoain con un toque picado de mucha sutileza. El bosnio, eso sí, había arrancado en posición incorrecta.
El gol no alteró los planes de Las Palmas. Desde la llegada de Setién el equipo tiene un sello inconfundible. Una identidad clara, innegociable. Se podrá caer o incluso perder la categoría, pero el equipo amarillo trata de jugar al fútbol y sabe lo que se hace. Hoy le tocaba a Valerón dirigir el juego de los suyos. Lo hizo al ralentí, con la claridad que acostumbra y la falta de físico lógica que provoca su edad. Tampoco la hace falta. Donde hay magia no es necesario mucho más.
El mediapunta restableció el orden con una asistencia milimétrica a la cabeza de Aythami. El intercambio de golpes se recrudeció y Saúl Berjón, cuatro minutos más tarde, adelantaba de nuevo al Eibar. Junca encontró un agujero en el carril diestro del equipo amarillo y asistió al corazón del área, donde la calidad de Saúl hizo el resto.
El Eibar sobrepasa la línea
Avanzó el partido y Las Palmas no perdió la paciencia. Ni siquiera las lesiones de Asdrúbal y David García modificaron el plan. Con el juvenil Jeremy en punta de ataque y Wakaso imponiendo su físico en banda izquierda, Las Palmas encontró motivos para creer en la remontada. El ghanés confirmó las sensaciones con un misil desde larga distancia que Irureta no vio venir.
El partido estaba a punto de romperse y lo hizo a base de tarjetas. La intensidad del Eibar sobrepasó la línea del buen gusto y Hajrovic y Escalante vieron la roja directa en cuestión de minutos. El partido estaba casi acabado, pero Las Palmas aún encontró tiempo para aprovechar la superioridad. Y como el día iba de golazos, Momo aportó el suyo para consumar la remontada amarilla. Respondió a la cita Las Palmas y lo hizo a lo grande. Con goles y buen fútbol, hasta Ipurua puede resultar asequible.
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