El centrocampista alemán de 26 años, asegura que no se ve jugando a los 35 tras firmar el contrato más extenso de la plantilla del club blanco, hasta 2022
Estaba citado a las 13.30 y a las 13.30 en punto apareció Toni Kroos por la sala de prensa del Bernabéu. La gomina en su sitio, el peinado de siempre, tan perfecto que parece esculpido, un traje azul oscuro, corbata del mismo color, camisa blanca y zapatos marrones. En el día de su renovación (amplió hasta 2022 el contrato que tenía firmado hasta 2020) el centrocampista del Real Madrid saludó en castellano, pero dijo que iba a hablar en alemán.
Maneja bien el español, tan bien que en el vestuario están impresionados con su fina ironía, lo entiende todo, pero prefiere hablar en su idioma materno. Ni siquiera recurre al inglés que, dicen en el club, habla muy bien. “Me siento más cómodo. No quiero equivocarme y por eso hablo en alemán, cuando domine el español al 100%, hablaré en castellano”, explicó Kroos a sus 26 años, los últimos dos y medio en España.
El club preparó un vídeo con sus mejores momentos en elMadrid y el centrocampista lo miró impasible. Ni siquiera viendo sus goles (4) y asistencias (31) le cambiaba la cara. Ni una sonrisa, recordando las celebraciones de la Undécima en el vestuario. Se fue soltando poco a poco. “Los que me conocen saben que no firmo contratos por capricho. Sé que son seis años y pienso cumplir. No soy el tipo de persona al que le gustaría seguir jugando con 35 años, así que en 2022 tendré 32 y la opción más interesante es la de retirarme aquí”, aseguró el mejor pasador de la Liga, que se convierte de momento, junto a Asensio, en el jugador del club con el contrato más extenso.
Sin descanso
Choca que un jugador de su edad tenga ya decidida la fecha en la que colgará las botas. Hay futbolistas, como Cristiano Ronaldo, que se ven jugando hasta los 40. Kroos no se ve ni con 35. Justo hace un par de semanas le decía a Zidane —ante las bajas de Casemiro y Modric— que él no tenía miedo de jugar cada tres días, que estaba acostumbrado. “Cuente conmigo, míster”. Kroos llegó el martes de Alemania y de sus compromisos con la selección (jugó los dos encuentros: 76 y 90 minutos), el técnico francés le dio descanso el miércoles y ayer se entrenó con sus compañeros.
El sábado contra el Betis no hay opción a que descanse por las bajas de Modric y Casemiro. En lo que va de temporada, Kroos sólo ha jugado menos que Ramos y Carvajal. Y eso que apenas hizo pretemporada (se reincorporó a principios de agosto tras las vacaciones por la Eurocopa). En sus dos primeras campañas en Chamartín, donde llegó con 24 años, jugó 55 y 44 partidos.
“Siempre he tenido mis planes y mis ideas para el futuro, cuando uno ve mi carrera, ve que empecé relativamente pronto [debutó en el Bayern con 17 años y ya era un fijo de las categorías inferiores de la selección]. Hay que trabajar mucho para mantener el nivel, llevo haciéndolo desde los 17 y han sido nueve años duros. Me siento bien y quiero seguir estándolo los próximos seis años, pero pienso retirarme cuando esté a un nivel muy alto”, confesó. Son sus planes. Y con la seguridad con las que habla de ellos, parece imposible que los cambie. Hombre familiar, disciplinado, amante del orden —tanto que no varía su ruta ni para ir a Valdebebas— dice que él se adapta a cualquier situación.
Si fueras tu propio entrenador, dónde te pondrías?, le preguntaron. “Me gusta jugar en el centro, pero no hay gran diferencia. He jugado en posiciones más ofensivas [selección alemana] y menos; Ancelotti me puso en una posición más defensiva; si todos lo hacen, yo también puedo”, contestó. Kroos dice que la ausencia de Casemiro no le cambia las cosas porque su misión es la de buscar el contacto con el balón y da igual hacerlo cinco metros más para adelante o para atrás.
¿Y cómo es la vida sin Modric y sin Casemiro? “Es un cambio para el equipo, pero no para mí porque mi forma de jugar y mi mentalidad no cambian”. Lejos quedan los reproches que en alguna ocasión le hizo Juup Heynckes. Decía el técnico que de vez en cuando Kroos necesitaba una patada en el trasero porque tendía a la flema cuando al equipo las cosas le iban bien. Al Madrid las cosas no le están yendo demasiado bien y el sábado Kroos tendrá que ejercer de capitán general.
El Valencia, obligado por la Unión Europea a pagar 23,3 millones de euros
Duro revés económico que llega a las oficinas del Valencia Club de Fútbol en forma de orden desde Bruselas, tras desestimar la Unión Europea las alegaciones de la entidad y el IVF.
Golpe económico para el Valencia Club de Fútbol tras la negativa recibida desde Bruselas. Esta semana se ha recibido uncomunicado en el IVF (Instituto Valenciano de Finanzas) procedende de la Unión Europea, expresando la negativa ante las alegaciones manifestadas por el club valencianista para no pagar en noviembre la cantidad de 23,3 millones de euros tras la multa impuesta en agosto por el aval que el IVF concedió a la Fundación Valencia CF y que permitió a ésta adquirir la mayoría accionarial, haciendo posible más tarde una ampliación de capital, allá por el año 2009, bajo el mandato de Manuel Llorente. El club tiene en la recámara 31,5 millones de euros para efectuar un inminente pago de la multa a las arcas públicas europeas, sin quitarle el ojo a otra multa proveniente de la Agencia Tributaria española debido a irregularidades económicas detectadas también bajo el mandato de Manuel Llorente.
La administración valencianista, en conjunto con el IVF, trabaja para recurrir a esa decisión. El objetivo claro marcado es el de no abonar dicha cantidad en el próximo mes, sino cuando se conozca el resultado de su recurso, siendo éste favorable o no para el club, y la sentencia. No quieren desembolsar algo más de 23 millones de euros en efectivo en un período tan corto, ofreciendo otras garantías de pago. El club podría dejar como aval el pago de futuros derechos de explotación del estadio o de una futura venta de algún jugador.
La Comisión Europea sólo ha dado dos opciones a la entidad de la ciudad del Turia: puede abonar los 23,3 millones al contado o bloquear esa cantidad en una cuenta bancaria mientras se resuelven los recursos que puedan ser presentados por la mercantil del club. Con un déficit de 31 millones de euros tras no entrar en competiciones europeas la pasada temporada, Cesare Prandelli tendrá menos posibilidades de reforzar el equipo a su gusto durante el mercado de invierno. Los 20,3 millones de euros fijos y 2,9 millones en intereses trastocan los planes financieros del Valencia CF.
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