El Sevilla, con pie y medio en la final
El Sevilla, que cuenta con ventaja de 3-0 ante la Fiorentina, espera sellar este jueves la clasificación para la final de la Europa League, donde tratará de revalidar el título ante el Nápoles o el Dnipro ucraniano, que jugarán la otra semifinal (1-1 en la ida).
La Fiorentina debe apelar a un milagro para impedir al equipo que entrena Unai Emeryacceder a una final que se celebrará el 27 de mayo en Varsovia y en la que los andaluces tratarán de revalidar el título que lograron hace un año en Turín, al ganar en los penales al Benfica portugués.
Los goles de Aleix Vidal (dos) y del francés Kevin Gameiro otorgan a los sevillistas una ventaja casi definitiva, sobre todo teniendo en cuenta el gran momento de forma del equipo andaluz, que solo ha perdido un partido de los últimos 18 que ha disputado, y fue contra el Real Madrid, hace 10 días en su estadio.
Quinto en la Liga, el Sevilla tiene complicado clasificarse entre los cuatro primeros del campeonato, lo que le daría la posibilidad de jugar la próxima temporada la Liga de Campeones, pero lo podría conseguir si gana la Europa League, ya que la UEFA otorga este premio a partir de esta temporada para el vencedor de la segunda competición europea.
"Tenemos que hacer un buen partido, ser inteligentes y respetando al rival porque la Fiorentina es un equipo italiano diferente. Estamos a 90 minutos de estar de nuevo en una final y vamos a darlo todo para estar ahí", declaró el delantero colombiano Carlos Bacca antes de viajar a Florencia.
A por el cuarto trofeo
El Sevilla, que ha ganado el torneo en tres ocasiones desde 2006, puede convertirse además en el primer club europeo con cuatro títulos en la segunda competición continental. "Son momentos históricos a nivel de club, en tu carrera profesional, personal... Le damos muchísimo valor a esta competición y ahora se están viendo los resultados", admitió Coke, uno de los capitanes, a la web del club.
El entrenador de la Fiorentina, Vincenzo Montella, reclamó por su parte el apoyo de su afición y "un poco de suerte" para buscar la remontada. "Creo que podemos hacerlo ante el Sevilla", añadió el técnico del quinto clasificado de la Serie A.
La otra semifinal parece mucho más igualada y el Nápoles, favorito en principio, está obligado a marcar en su desplazamiento a Dniepropetrovsk, después de que el equipo que entrena el español Rafael Benítez se viese sorprendido la semana pasada en su estadio de San Paolo (1-1).
Para emular al equipo liderado en su día por Diego Maradona, cuando el Nápoles ganó la Copa de la UEFA en 1989, en el mayor éxito internacional de la historia del club, los hombres de Benítez deberán hacer gala de una mayor efectividad en el Dnepr Arena de la mostrada en San Paolo, a imagen de su delantero estrella Gonzalo Higuaín, que falló varias ocasiones claras para haber dado ventaja a su equipo.
Yevhen Seleznyov igualó a poco para el final (81) el tanto inicial del español David López (50) para colocar al Dnipro al borde de la mayor hazaña de su historia. El Dnipro es un equipo ucraniano que ha vivido siempre a la sombra sus los dos grandes del país, el Dinamo de Kiev y el Shakhtar Donestk y que sus mayores éxitos fueron en los años 80, en el entonces campeonato soviético.
Los ucranianos cuentan con una armada brasileña (Douglas, Leo Matos, Matheus y Egidio para hacer historia, aunque el Nápoles ya demostró en la pasada eliminatoria ante el Wolsburgo que es un rival complicado como visitante (sentenció la eliminatoria ganando 4-1 en la ida en Alemania).
LIGA EUROPA: FIORENTINA - SEVILLA · LA PREVIA
LIGA EUROPA: FIORENTINA - SEVILLA · LA PREVIA
En busca del colofón
El Sevilla huye de cualquier confianza para hacer bueno el tres a cero que obtuvo en la ida contra la Fiorentina. La lección de la pasada temporada en Valencia está muy presente.
El Sevilla quiere dar un paso más para ponerle el colofón a su brillante curso 2014-15. El equipo de Unai Emery está a un partido de repetir en una final de la Liga Europa y para ello tendrá que hacer bueno el tres a cero que figura en la eliminatoria desde hace siete días en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Para quienes lo observan todo desde la distancia de no estar metido en este bellísimo sueño, pues está claro que les parecerá fácil que así sea, pero quienes tuercen por la fe balompédica radicada en el sevillanísimo barrio de Nervión espantan cualquier tipo de confianza. Nada de pensar en Varsovia, todo sucede hoy en el estadio Artemio Franchi de Florencia y ahí están los cinco sentidos de quienes se subieron ayer al avión con destino final en la hermosa ciudad italiana.
Porque, además, la lección en el Sevilla no está tan lejana en el tiempo. Basta con retrotraerse un año y algunos días para pensar en lo que sucedió en cierta noche valenciana. Allí llegó el cuadro de Emery un poco más apretado, es verdad, pero sólo un pelín más, y en el minuto 92 del partido los nervionenses estaban fuera. Pero no, aquello acabó como acabó, Mbia remató el saque de banda de Coke prolongado por Fazio y en las vitrinas del Sánchez-Pizjuán ya figuran tres títulos de la Liga Europa, aunque los dos primeros aún fueran con la denominación de Copa de la UEFA. La posibilidad de conseguir la cuarta es el sueño al que ahora mismo se agarran todos los sevillistas, aunque a día de hoy otros le dan más importancia a jugar la próxima edición de la Liga de Campeones.
No, eso sería el premio añadido, que también tendría un enorme valor, pero lo que realmente persiguen todos los que están aquí, sobre todo los profesionales, es la gloria de pasear una nueva copa en un autobús descapotable por Sevilla. Pero eso, el desarrollo de una posible final, ahora incluso es lo menos trascendente. Lo importante es meterse en ella y para ello lo que se anuncia esta noche en el estadio fiorentino será una nueva batalla. Como ya lo fueron las que tuvo que librar la legión de Emery, excelente definición de esta plantilla, en Mönchengladbach, Villarreal y San Petersburgo. Porque el camino hasta aquí no ha sido precisamente fácil e incluso a muchos les entra la risa floja cuando se apela a la diosa fortuna para hablar del devenir sevillista en esta competición. Se supone, lógicamente, que ésta no habrá tenido mucho que ver con los sorteos, pues el listón cada vez se iba subiendo más alto hasta llegar a esta Fiorentina que tan buena imagen dejara en algunos tramos de su visita a Nervión hace siete días.
Pero la imagen sólo sirve para valorarla y darle aún mayor mérito al resultado con el que llega el Sevilla a este día señaladito. Los dos goles de Aleix Vidal como lateral derecho y el tercero rubricado por Gameiro no más salir al campo tienen un valor enorme para que el Sevilla pueda vivir una nueva final continental. Ése será el preciado tesoro a defender, aunque Emery no quiere ni oír hablar de esa palabra, de defender, y prefiere pensar en el posicionamiento de los suyos como la mejor manera de proteger a Sergio Rico de los ataques que pueda hacer la Fiorentina.
Por ejemplo, el modelo tal vez pudiera ser el partido de ida de la eliminatoria entre el Villarreal y el Sevilla. En el primer asalto, la Fiorentina evidenció que tiene ciertas similitudes con el juego del conjunto levantino, entre otras cosas porque tres de sus futbolistas destacaron, y mucho, en su paso por el club presidido por Fernando Roig, concretamente Gonzalo Rodríguez, Borja Valero y Matías Fernández. Estos dos últimos, precisamente, tal vez fueran los más peligrosos del cuadro viola en su visita a Nervión por el manejo del balón en el centro del campo, pero el chileno no tuvo mucho acierto a la hora del remate a gol. Lo que sí está claro es que el conjunto de Vicenzo Montella gusta de un fútbol de toque por el medio para después buscar balones a las espaldas de la zaga o aperturas a los costados.
Porque, además, la lección en el Sevilla no está tan lejana en el tiempo. Basta con retrotraerse un año y algunos días para pensar en lo que sucedió en cierta noche valenciana. Allí llegó el cuadro de Emery un poco más apretado, es verdad, pero sólo un pelín más, y en el minuto 92 del partido los nervionenses estaban fuera. Pero no, aquello acabó como acabó, Mbia remató el saque de banda de Coke prolongado por Fazio y en las vitrinas del Sánchez-Pizjuán ya figuran tres títulos de la Liga Europa, aunque los dos primeros aún fueran con la denominación de Copa de la UEFA. La posibilidad de conseguir la cuarta es el sueño al que ahora mismo se agarran todos los sevillistas, aunque a día de hoy otros le dan más importancia a jugar la próxima edición de la Liga de Campeones.
No, eso sería el premio añadido, que también tendría un enorme valor, pero lo que realmente persiguen todos los que están aquí, sobre todo los profesionales, es la gloria de pasear una nueva copa en un autobús descapotable por Sevilla. Pero eso, el desarrollo de una posible final, ahora incluso es lo menos trascendente. Lo importante es meterse en ella y para ello lo que se anuncia esta noche en el estadio fiorentino será una nueva batalla. Como ya lo fueron las que tuvo que librar la legión de Emery, excelente definición de esta plantilla, en Mönchengladbach, Villarreal y San Petersburgo. Porque el camino hasta aquí no ha sido precisamente fácil e incluso a muchos les entra la risa floja cuando se apela a la diosa fortuna para hablar del devenir sevillista en esta competición. Se supone, lógicamente, que ésta no habrá tenido mucho que ver con los sorteos, pues el listón cada vez se iba subiendo más alto hasta llegar a esta Fiorentina que tan buena imagen dejara en algunos tramos de su visita a Nervión hace siete días.
Pero la imagen sólo sirve para valorarla y darle aún mayor mérito al resultado con el que llega el Sevilla a este día señaladito. Los dos goles de Aleix Vidal como lateral derecho y el tercero rubricado por Gameiro no más salir al campo tienen un valor enorme para que el Sevilla pueda vivir una nueva final continental. Ése será el preciado tesoro a defender, aunque Emery no quiere ni oír hablar de esa palabra, de defender, y prefiere pensar en el posicionamiento de los suyos como la mejor manera de proteger a Sergio Rico de los ataques que pueda hacer la Fiorentina.
Por ejemplo, el modelo tal vez pudiera ser el partido de ida de la eliminatoria entre el Villarreal y el Sevilla. En el primer asalto, la Fiorentina evidenció que tiene ciertas similitudes con el juego del conjunto levantino, entre otras cosas porque tres de sus futbolistas destacaron, y mucho, en su paso por el club presidido por Fernando Roig, concretamente Gonzalo Rodríguez, Borja Valero y Matías Fernández. Estos dos últimos, precisamente, tal vez fueran los más peligrosos del cuadro viola en su visita a Nervión por el manejo del balón en el centro del campo, pero el chileno no tuvo mucho acierto a la hora del remate a gol. Lo que sí está claro es que el conjunto de Vicenzo Montella gusta de un fútbol de toque por el medio para después buscar balones a las espaldas de la zaga o aperturas a los costados.
¿Y cuál va a ser el antídoto que emplee Emery para tratar de ganar incluso este segundo partido en Florencia? La referencia está marcada con aquel triunfo en Villarreal y eso indicaría la posibilidad de tres torres por medio, con Iborra más adelantado, casi de delantero cuando el equipo ataca y ayudando atrás cuando defiende. Es una opción, sin duda, pero eso implicaría que se cayera del once Banega y es verdad que no está Pareja, que fue clave con el golpeo en largo y a balón parado. Tal vez sea la principal de las incógnitas de una alineación en la que esta vez parece muy claro el resto de los integrantes. Cabe suponer que Aleix Vidal no estará en el lateral derecho, pues es más prioritario proteger la portería propia que atacar la ajena.
De cualquier manera, la lección de Valencia también debe servir para pensar que el Sevilla haría bien en amenazar en las contras para que la Fiorentina no pueda lanzarse a tumba abierta. Ya se vio en la ida que la parte más débil de los italianos está en la zaga, donde conceden muchas opciones de gol y es evidente que un tanto visitante dejaría ya la eliminatoria imposible para Joaquín y compañía.
Son cuestiones que tienen que ver con los protagonistas del litigio, pero hay una cosa que obsesiona a Emery y al resto de su cuerpo técnico. Luis Enrique, en las vísperas de su visita al Bayern y con un resultado idéntico, lo definía a la perfección. "Hay que controlar las emociones". El técnico del Barcelona se refería, está claro, a no caer en errores de inmadurez, como hundirse con un gol tempranero, cosa que el Barça no hizo en Múnich. O lo peor, una expulsión tempranera. La principal manera, no la única, para desperdiciar un tres a cero a favor en una eliminatoria a dos partidos entre dos equipos con un nivel más o menos similar es jugar gran parte de una de las dos citas en inferioridad numérica. Ése es el riesgo que tienen que evitar los sevillistas en Florencia, casi es mejor encajar un gol que una expulsión. Ése sería un castigo cruel y pondría en riesgo todo el trabajo realizado hasta hoy.
Pero son las circunstancias que, indudablemente, se pueden dar durante los noventa minutos que dura un litigio balompédico. Evitarlas, pues, ha de ser el primer mandamiento del ideario impuesto por Emery a los suyos. Como también lo será abstraerse de la presión que pueda llegar desde el graderío. La Fiorentina, como no podía ser de otra manera, ha calentado el encuentro con una iniciativa muy similar a la protagonizada por el Sevilla en la ida. La idea es que el Artemio Franchi, nombre que tomó en 1983 tras el fallecimiento del antiguo ex presidente de la UEFA y de la Fiorentina, se tiña entero de viola. Bien, no está mal sumar algunos puntos de presión, como ya lo hiciera el Sevilla, pero en el campo juegan los futbolistas y los de blanco ya demostraron que pueden ganar. De momento, el marcador señala un cero a tres y ése es el botín a conservar para llegar a Varsovia. Merece la pena luchar por ello.
De cualquier manera, la lección de Valencia también debe servir para pensar que el Sevilla haría bien en amenazar en las contras para que la Fiorentina no pueda lanzarse a tumba abierta. Ya se vio en la ida que la parte más débil de los italianos está en la zaga, donde conceden muchas opciones de gol y es evidente que un tanto visitante dejaría ya la eliminatoria imposible para Joaquín y compañía.
Son cuestiones que tienen que ver con los protagonistas del litigio, pero hay una cosa que obsesiona a Emery y al resto de su cuerpo técnico. Luis Enrique, en las vísperas de su visita al Bayern y con un resultado idéntico, lo definía a la perfección. "Hay que controlar las emociones". El técnico del Barcelona se refería, está claro, a no caer en errores de inmadurez, como hundirse con un gol tempranero, cosa que el Barça no hizo en Múnich. O lo peor, una expulsión tempranera. La principal manera, no la única, para desperdiciar un tres a cero a favor en una eliminatoria a dos partidos entre dos equipos con un nivel más o menos similar es jugar gran parte de una de las dos citas en inferioridad numérica. Ése es el riesgo que tienen que evitar los sevillistas en Florencia, casi es mejor encajar un gol que una expulsión. Ése sería un castigo cruel y pondría en riesgo todo el trabajo realizado hasta hoy.
Pero son las circunstancias que, indudablemente, se pueden dar durante los noventa minutos que dura un litigio balompédico. Evitarlas, pues, ha de ser el primer mandamiento del ideario impuesto por Emery a los suyos. Como también lo será abstraerse de la presión que pueda llegar desde el graderío. La Fiorentina, como no podía ser de otra manera, ha calentado el encuentro con una iniciativa muy similar a la protagonizada por el Sevilla en la ida. La idea es que el Artemio Franchi, nombre que tomó en 1983 tras el fallecimiento del antiguo ex presidente de la UEFA y de la Fiorentina, se tiña entero de viola. Bien, no está mal sumar algunos puntos de presión, como ya lo hiciera el Sevilla, pero en el campo juegan los futbolistas y los de blanco ya demostraron que pueden ganar. De momento, el marcador señala un cero a tres y ése es el botín a conservar para llegar a Varsovia. Merece la pena luchar por ello.
Defenderá el 3-0 de la ida
Fiorentina-Sevilla FC: A Varsovia se va por Florencia
A pesar de que muchos ya lo dan en la final, Unai Emery no quiere relajaciones y quiere refrendar el pase a la segunda final consecutiva de su competición fetiche ante una Fiorentina que busca venganza.
El Sevilla, vigente campeón de la Liga Europa, busca su cuarta final en este torneo y para ello espera hacer valer el 3-0 cosechado en la ida de las semifinales disputada en el Sánchez Pizjuán, aunque el Fiorentina trabaja desde entonces en concienciarse de que la remontada es posible. Pese a que el 3-0 es un resultado claro para afrontar con muchas garantías para el que lo consigue un partido de vuelta, el entrenador del equipo 'viola', Vicenzo Montella, ya se encargó hace una semana en la sala de prensa del estadio sevillista de destacar que no todo estaba dicho pues en el Artemio Franchi de Florencia podía también el equipo italiano superar al español.
Montella apuntó entonces que la primera parte de la 'Fiore' en Sevilla fue muy buena y que sólo faltó materializar en gol claras ocasiones de las que gozaron y que en el segundo período les faltó físico para aguantar el ritmo de los de Unai Emery. Todas estas intenciones italianas han sido recibidas en el seno del club hispalense, donde se tiene una ilusión contenida por estar en la final que se disputará el 27 de mayo en Varsovia pero también la clara idea de que aún falta firmar el pase.
Los sevillistas se acuerdan de que en la pasada edición estuvieron muy cerca de caer eliminados en las semifinales por el Valencia después de lograr un 2-0 en el Pizjuán y que este resultado fuera remontado con un 3-0 en Mestalla. Un gol salvador del centrocampista camerunés Stéphane Mbia en el último minuto de la prolongación del choque de Valencia (3-1) puso al Sevilla en la final de Turín que posteriormente ganó al Benfica de Lisboa y supuso el tercer título de los andaluces en este torneo. Ese partido del estadio Mestalla aún se recuerda y además ha servido de enseñanza en los últimos días para afrontar el choque de este jueves con la máxima concentración e intensidad.
Emery, que ya trabaja con los suyos tras el fallecimiento de su padre el pasado fin de semana, tiene en condiciones al que puede considerarse su equipo de gala y además descansado después de que la mayoría de jugadores no fueran titulares el pasado domingo en Vigo ante elCelta (1-1). La significativa baja por la grave lesión del central argentino Nico Pareja ha sido suplida con garantías en las últimas semanas por el joven francés Timothée Kolodziejczak, mientras que parece que el meta portugués Antonio Alberto Bastos 'Beto', que ha viajado en una lista de veintidós jugadores -todos los disponibles-, no volverá a la titularidad por unas molestias de hombro y seguirá en ella Sergio Rico.
Por lo demás, el técnico guipuzcoano tiene para elegir un equipo que mantenga el buen nivel que da en este tramo final de la temporada, en el que no ha perdido sus últimos nueve partidos como visitante, seis en el torneo doméstico y tres en el continental -Borussia Mönchengladbach(2-3), Villarreal (1-3) y Zenit San Petersburgo (2-2).
Ni el cuadro 'viola' ni sus aficionados se desaniman. Los seguidores desde el martes están llenando de mensajes de aliento la red social de Twitter e incluso han creado una etiqueta #giochiamolainsieme (#jugémoslajuntos). Para el Fiorentina el Valencia también es una referencia puesto que recuerdan cómo logró remontar el mismo resultado contra el Basileasuizo. ¿Por qué no puede ocurrir lo mismo ahora con el Fiorentina?, se preguntan. Será la primera vez que el conjunto 'viola' reciba al Sevilla y la sexta vez que dé la bienvenida a un club europeo en las competiciones de fútbol del Viejo Continente.
Quinto en la clasificación de la Liga nacional con 55 puntos, a 25 de distancia del líder, elJuventus de Turín, y a cinco del Nápoles, cuarto, el Fiorentina ha marcado en casa en diez de las últimas once veces que ha jugado competiciones europeas. Sólo una vez no encajó ningún gol, cuando perdió por 0-1 ante el Juventus en la Liga Europa de la pasada temporada. En los otros diez choques, marcó un total de 19 tantos, casi dos por partido. Los de Vincenzo Montellase concentraron a primera hora de la mañana de este miércoles para entrenar y lo hicieron rodeados de 2.000 aficionados que no dudaron en mostrarles su calor y su apoyo. Estuvieron presentes todos menos el peruano Juan Manuel Vargas, el británico Micah Richards y el serbio Nenad Tomovic, los tres lesionados.
Para saber si este último podrá formar parte del "once titular" o incluso jugar algunos minutos del segundo tiempo habrá que esperar hasta mañana cuando el técnico compruebe si está completamente recuperado de su lesión en el muslo. Montella apostará en el campo previsiblemente por el brasileño Norberto Murara Neto en los palos, mientras que defendiendo el área se encontrarán Stefan Savic y los argentinos Gonzalo Javier Rodríguez y José Basanta. En el centro del campo, el técnico 'viola' podría apostar por el defensa español Marcos Alonso, los chilenos Matías Fernández y David Pizarro, y los españoles Borja Valero y Joaquín. Finalmente, dos serán los jugadores encargados de dar la vuelta al marcador: el egipcioMohamed Salah, que está siendo sin duda la mejor adquisición del mercado de invierno en Italia, y el delantero alemán Mario Gómez.
Alineaciones probables:
Fiorentina: Neto, Savic, Gonzalo Rodríguez, Basanta, Alonso, Mati Fernández, Pizarro, Borja Valero, Joaquín, Salah y Gómez.
Sevilla: Sergio Rico; Coke, Kolodziejczak, Carriço, Tremoulinas; Krychowiak, M'Bia; Aleix Vidal, Éver Banega, Vitolo; Bacca.
Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia).
Estadio: Artemio Franchi.
Hora: 21.05. Cuatro.
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